Los últimos datos oficiales no dejan lugar a dudas, la despoblación continúa avanzando imparable en la provincia de Ávila, una situación verdaderamente preocupante que en 2017 no solo se limitó al medio rural, sino que también afectó a la capital, a diferencia de lo que ocurría en 2016. Las cifras de población publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) referidas al 1 de enero de 2018, resultantes de la revisión del padrón municipal y declaradas oficiales por el Gobierno mediante Real Decreto del 14 de diciembre, dejan el número de vecinos en la capital abulense en 57.657 y los residentes en la provincia, en 158.498, por debajo ya de la simbólica barrera de los 160.000. De esta manera, y según la misma fuente, la ciudad perdió entre el 1 de enero de 2017 y el 1 de enero de 2018 la friolera de 492 habitantes, lo que arrojó un descenso porcentual del 0,85%. La pérdida fue todavía más acusada en el conjunto de la provincia, que vio cómo dejaban de estar empadronadas 2.202 personas, lo que supuso una disminución en términos porcentuales del 1,37%. En ambos casos las caídas son las segundas más pronunciadas de la Comunidad, que también se vio afectada, y mucho, por la despoblación a lo largo de 2017.