La Diputación garantiza la mejora de la raza avileña en tres municipios

Isabel Camarero
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La Diputación de Ávila cede sendos sementales de Ávileña Negra Ibérica de su propiedad a los ganaderos de La Nava del Barco, Santiago del Collado y Navalperal de Tormes

La Diputación garantiza la mejora de la raza avileña en tres municipios

Tres cotizados sementales de la ganadería Ávileña Negra Ibérica propiedad de la Diputación de Ávila pasaron este jueves a ser propiedad de tres ayuntamientos: el de La Nava del Barco, el de Navalperal de Tormes y el de Santiago del Collado. En este orden porque así fue el sorteo previo a la elección.

Cinco sementales fueron los seleccionados para mostrarse ante el exigente y caprichoso público: de ellos había que decidirse por tres, la lástima fue que todos los representantes municipales congregados en la finca de El Colmenar pusieron sus ojos en el mismo y claro no era posible. Numerados del 1 al 5 claramente se vio que el más preciado fue el dorsal número 1 pues nada más elegir el alcalde de La Nava del Barco la desilusión se hizo patente en el rostro de los otros dos, tras el 1, el 4 y después el 5.

El diputado de Desarrollo Rural, José María García Tiemblo observaba la escena que se repite cada año en un «apreciado» gesto de la institución hacia los pueblos de la provincia.Los municipios lo piden y la Diputación lo concede a razón de tres sementales por año, a coste cero y con garantías de éxito porque si además se da la circunstancia de que el toro no sirve para su cometido, pues se cambia por otro. Pocas veces ocurre pero por si acaso. «El valor se le supone» a unos animales que llegan con sello de garantía, pues no ocultaba García Tiemblo el orgullo que le produce los resultados de una ganadería labrada a golpe de calidad y de selección y que tiene impreso en su carné «que la valoración genética de esta ganadería está por encima de la media de todo el país en lo que a toda la asociación de Avileño se refiere».

Como si de un concurso se tratara los impresionantes ejemplares se mostraban a su público tranquilos en la finca de El Colmenar donde han pasado su corta vida: tienen entre 14 y 15 meses y más de 500 kilos de peso. Aún no están hechos y ya están seleccionados para cubrir vacas y dejar muestra en sus hijos de esa calidad. Hay un apunte necesario, y es que, aunque el Ayuntamiento se lleve al semental, el destino es las ganaderías de cada localidad y aunque en un principio no tiene coste lo que sí vigilará un técnico de la Diputación es que este ejemplar esté tratado con el máximo mimo y cuidado, como se merece y todo para «que el semental sea lo más eficaz posible».