El mayor tesoro que conserva Bonilla de la Sierra, su iglesia de San Martín de Tours, sufre los estragos del agua. Sobre todo cuando llueve, que es cuando se filtra de forma más evidente, poniendo en riesgo un templo reconocido como Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 1931.

Pero el grave problema de humedad que sufre el templo desde hace cerca de una década está a punto de solucionarse. La Junta de Castilla y León ha reservado en su presupuesto de este año una partida de 260.000 euros para la sustitución íntegra de las cubiertas del templo, tal y como el propio alcalde de la localidad, Honorio Rico, tuvo el placer de anunciar a sus vecinos al comienzo de la  celebración de la fiesta del patrón.

«Se trata de la partida más grande en la provincia para mejoras en el patrimonio», recalca satisfecho el primer edil de Bonilla a Diario de Ávila, que anuncia además que será el próximo mes de marzo cuando arranquen las obras de sustitución de las cubiertas del templo.