«Todo se lo debo a la música»

agencias
-

Entrevista a Slash, exguitarrista de Guns N'Roses

«Todo se lo debo a la música»

La negra melena rizada de Slash asoma bajo su famoso sombrero de copa. Su barba de tres días revela ya algunas canas. Lleva un anillo de calavera y, en el cuello, un colgante de plata con una mujer semidesnuda. Como era de esperar, el exguitarrista de Guns N'Roses no se quita las gafas de sol en ningún momento de la entrevista, en la que habla de su pasado salvaje y su nuevo disco, World On Fire, que salió a la venta el pasado 15 de septiembre. Saul Hudson está considerado uno de los mejores guitarristas del mundo. Hasta 1996, tocó con la banda Guns N'Roses y desde entonces ha participado en varios proyectos musicales. A lo largo de su carrera, el guitarrista, de 49 años, ha colaborado con artistas como Michael Jackson, Rihanna o Ray Charles.

¿Cómo hay que transformar la educación musical?

No se trata solamente de aumentar el presupuesto. Hay que cambiar los programas. Hoy en día nuestros jóvenes salen de la universidad y nunca nadie les enseñó a manejar un instrumento.

En World On Fire suena tan apasionado y cargado de energía como siempre. Después de 30 años, ¿no ha perdido la pasión por la guitarra?

No, la guitarra es lo mío. Me divierte enormemente y con cada año que pasa, más.

En una ocasión aseguró que «descubrir la guitarra fue encontrarme a mí mismo».

La música me ha ido guiando por la vida, para mí se trata definitivamente de un auténtico canal emocional. Cuando tengo problemas en verbalizar algo, puedo expresarlo a través de la música. También el resto de cosas con las que me he maltratado, drogas o alcohol. Siempre fue la música la que me motivó a dejarlo, la música y los hijos. Mi pasión por la guitarra me ha ayudado a ver las cosas de una forma más clara y establecer prioridades. En cierta medida, se lo debo todo a la música.

¿Recuerda su primera guitarra? ¿Quién se la regaló?

Mi abuela me regaló mi primera guitarra acústica, que durante muchos años estuvo en el trastero sin que yo lo supiera. Era vieja y al principio solo tenía una cuerda. Aún recuerdo perfectamente cuándo logré arrancarle tres o cuatro notas seguidas. Fue un íhurra. Las nubes se retiraron y los ángeles comenzaron a cantar (risas).

Su padre es británico y su madre, estadounidense. Nació en Inglaterra y de niño se mudó con su familia a California. ¿Le marcaron sus años británicos?

Mis raíces británicas son muy importantes para mí. La época que pasé allí es la única que recuerdo con una situación estable. Vengo de una ciudad pequeña y familiar, donde fui a la escuela y donde todo era de lo más normal. Después llegó la mudanza a Los Ángeles y todo fue una locura.

Además de usted, también Robbie Williams y Lemmy Kilmister (vocalista de Motörhead) son de Stoke-on-Trent. ¿Qué tiene la ciudad para haber dado tantos músicos?

Yo tampoco lo sé, no tengo ni la más remota idea.

¿Pero es cierto que de vez en cuando juega al póker con Robbie Williams en Los Ángeles?

Durante un tiempo, sí. Tuve una fase en la que jugué al póker como un loco. Robbie Williams es mi vecino. En aquella época, iba de vez en cuando por su casa y echábamos una partida.

Tras los cuatro conciertos que he ofrecido este mes en Estados Unidos arranca su gira europea. ¿En qué se diferencian sus tours actuales con los de Guns N'Roses? Según su biografía, en aquella época parecía que estaban constantemente borrachos, drogados u ocupados con sus groupies.

La gente se queda con una impresión errónea. Por supuesto que el sexo, las drogas y el alcohol eran parte importante del día a día en las giras, pero no lo principal. Lo principal son los conciertos. La cuestión es qué hacer entre medias, cómo mantenerse de buen humor en medio de esta obtusa monotonía del tour. ¿Cómo lograr divertirse y pasarlo bien haciendo lo mismo todos y cada uno de los días?

¿Y cómo lo logra hoy?

Dejé atrás todo eso porque me aburría. Hoy trabajo en nuevos temas, por eso puedo lanzar nuevos discos tras pausas relativamente breves. Ahora compongo el material durante las giras, en las horas que normalmente pasaría en el pub.

Se sabe que le encantan los animales e incluso tuvo una especie de zoo privado con decenas de serpientes. ¿Por qué dejó aquella enorme colección?

No siempre estaba exenta de peligro. Pasé una y otra vez por situaciones delicadas que, al final, acabaron bien, pero cuando mi mujer estaba embarazada de nuestro primer hijo comprendí que no era la mejor idea tener en casa 80 pitones y boas.

 Ya de niño cazaba serpientes. ¿Hay algún truco?

¿Un truco para poder cazar serpientes? (Risas) Hay muchos. Depende de la serpiente que uno quiera, del tamaño y de muchos otros factores. Pero ahora mismo hablar de eso se nos iría de las manos.