Un ciclo de conferencias conmemora el medio siglo de 'La Casa Grande'

David Casillas
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El psicólogo Marino Casillas abrió el programa en una jornada inaugural que contó con la presencia de Pura Alarcón y María Ángeles Ortega

Marino Casillas, psicólogo y profesor-tutor en el área de Psicología Social del Centro Asociado de la UNED de Ávila, abrió ayer el ciclo de conferencias del 50 aniversario de ‘La Casa Grande de Martiherrero’ –dentro de las Jornadas ‘Cambia la mirada’– con una charla titulada ‘Los problemas vistos desde la asertividad y la autoestima’, ponencia en la que identificó cuáles son «las mejores estrategias y qué habilidades deberíamos poner en práctica para encarar los problemas de una forma positiva». El acto contó con la presencia de Pura Alarcón, directora del centro, y María Ángeles Ortega, senadora del PP.

Afirmó Marino Casillas que «los problemas son parte de nuestras vidas, pero no hacen daño en proporción a su magnitud sino en la forma que los afrontamos y cómo nos enfrentamos a ellos», aparte de que también «no sabemos tolerar las dificultades y tenemos una predisposición natural para ser infelices».

Conocida esa realidad, el ponente aseguró que «la mejor actitud ante los problemas es concienciarse, simplificarlos y, por último, actuar con el repertorio de habilidades que todos tenemos», teniendo claro que «siempre es posible ser un poco más feliz, y con una autoestima adecuada y un estilo de comunicación eficaz este objetivo es posible». Preguntado por si es mucha o poca la dificultad para manejar esas estrategias y habilidades para minimizar el efecto de los problemas, Marino Casillas respondió que «todos disponemos de esas habilidades, y los recursos necesarios para ponerlas en marcha necesitan de motivación y esfuerzo, ya que para obtener resultados distintos tenemos que comenzar por cambiar las ‘rutinas’ que hemos ido adquiriendo a lo largo de nuestra vida».

Explicó Casillas que las últimas investigaciones han desvelado que «las relaciones entre bienestar, felicidad y nivel de vida no son claras o prácticamente inexistentes una vez cubiertas las necesidades básicas», pero que lo que sí es cierto es que ahora mismo «existe menos tolerancia a la frustración, sobre todo en los jóvenes, ya que han aprendido a conseguir todo», pero «forma parte de la vida entender que no siempre conseguimos lo que queremos», un aprendizaje que es «necesario para prepararnos y afrontar los problemas que nos encontraremos». Reflexionó finalmente el ponente que «existen estrategias y recursos que sin duda harán que nuestra vida sea un poco más saludable», y varias de ellas dependen, «sin duda, de una autoestima adecuada y de un estilo de comunicación hábil (asertivo) basado en el respeto a uno mismo y a los demás».