Lo notan en la reciente preocupación que ha despertado la firma entre sus competidores en el mercado, que han empezado a lanzar ofertas “muy agresivas” a las cadenas de distribución para tratar de impedir que las galletas de Ávila ganen terreno.

Así lo trasladó en declaraciones a Ical uno de los dos administradores concursales, Miguel Ángel Martín, que celebró que la galletera haya alcanzado niveles de facturación estables, que en meses como septiembre batieron récord de producción y obligaron a habilitar cinco turnos. Un escenario que allana el camino para liquidar la deuda que dejó Urbasa Global, propietaria de la fábrica. Aunque Martín no precisó la cantidad, que ya está en manos de la juez que instruye el procedimiento, sí apuntó que es “muy elevada, pero asumible”.

La penúltima semana de octubre Elgorriaga operará con tres turnos (mañana, tarde y noche), que emplearán a la totalidad de la plantilla fija y a algún eventual. La fábrica recupera así el ritmo de trabajo normal después de una semana atípica con dos festivos y en la que algunos empleados cogieron los días de vacaciones que tenían pendientes. En estos momentos la plantilla fija ronda los 65 trabajadores, ya que los administradores judiciales han despedido a un total de ocho personas en los últimos dos meses: cuatro directivos radicados en la fábrica abulense y otros cuatro de personal de administración que trabajaba desde Vitoria. “Habían duplicado las oficinas”, denunció Martín. A esos trabajadores fijos se suman una media de 20 eventuales, en función de las necesidades de producción.

En cuanto al pago de las nóminas pendientes, Martín confía en tener los pagos al día “a finales de año”. 

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