• De momento será Borja Jiménez, segundo tanto con Francisco Sánchez Kiko como con José Luis Diezma, el que asuma la dirección del equipo hasta una nueva decisión.
A.S.G. / Ávila
Francisco Sánchez ‘Kiko’ ya no será el entrenador del Real Ávila lo que resta de temporada. Así lo comunicaban desde el club encarnado en la noche del domingo después de una larga tarde de deliberaciones que culminaban con el técnico salmantino –todo ello sin el entrenador presente y por medio de una llamada telefónica– fuera del nuevo proyecto encarnado. Una noche en la que se tomaba la decisión, oficialmente, tras los malos resultados que el equipo encarnado ha venido cosechando en las últimas semanas. Según se comunicaba desde el propio club los últimos tropiezos del equipo encarnado –contando entre los mismos los dos empates ante el Atlético Astorga y la Gimnástica Segoviana así como las derrotas ante La Virgen del Camino y el Estructuras Tino en las últimas dos jornadas– llevaron a la definitiva destitución de un técnico que hace apenas un mes, y por primera vez en los últimos siete años, llevaba al equipo al liderato del grupo VIIIcuando se imponía por 6-2 ante La Granja. Desde entonces la trayectoria del equipo, que parece haberse desinflado en las últimas jornadas, ha empujado a la directiva del club a tomar una decisión con el objetivo de, según han apuntado, a no cometer el mismo error que la pasada campaña con un proyecto que pretende aspirar a todo y que en estos momentos había entrado en una situación de alarma.
Según el breve comunicado oficial emitido por el club en la noche del domingo, se trata de una decisión «no grata para el club, pero necesaria para lograr los objetivos marcados». Con estas escuetas palabras se ponía fin al proyecto dirigido por Kiko Sánchez. Un técnico que era presentado el pasado mes de junio por el Real Ávila con el objetivo de alcanzar los playoffs. «Es el objetivo principal que nos hemos marcado, y en esa ilusión y en ese reto vamos a trabajar» señalaba en su presentación acompañado en esos momentos por David Rueda, director general del Real Ávila, que lo presentaba «como la persona adecuada para este nuevo proyecto. Es competente, trabajadora, conoce la categoría, el grupo y el club, y viene con una ilusión tremenda para hacer una temporada importante». Así definía a un técnico que regresaba a Ávila tras su paso por varios banquillos, entre ellos el del extinto Palencia. Siete jornadas después del inicio del curso oficial, con el equipo en quinta posición a siete puntos del líder pero a uno de la cuarta plaza y dos de la tercera, Kiko Sánchez cierra su ciclo al frente del primer equipo.
Un banquillo que ocupará, por lo pronto, Borja Jiménez, segundo entrenador tanto con Kiko Sánchez como con el madrileño José Luis Diezma, y que asumirá el cargo de primer técnico hasta la toma de una nueva decisión.
Un cese que parece no haber sentado especialmente bien dentro del vestuario encarnado. Según ha podido conocer Diario de Ávila, tras la destitución del salmantino se sucedieron las llamadas entre los jugadores, que han entendido el cese como precipitado. Y es que no se les escapa que la temporada aún se encuentra en su séptima jornada y que el equipo ha sumado dos derrotas por la mínima (1-0 en ambos casos) en sendos partidos en los que la balanza del triunfo pudo caer del lado encarnado.
Aunque en las últimas fechas se había especulado y rumoreado con el hecho de que parte del vestuario encarnado no estaba con el entrenador, y por lo tanto estos últimos pinchazos hubieran podido responder a ello, Diario de Ávila ha podido conocer en la misma noche del domingo que tal extremo no sería cierto.
«¿En la séptima jornada destituyen a un entrenador por ser quinto?» Hasta tal punto ha despertado dudas este cese que fuentes cercanas al club y consultadas por este medio pondrían la clave en las desavenencias internas, y no precisamente con los jugadores –al menos no con el principal nucleo– las que han llevado al salmantino a la puerta de salida del club en una decisión «en la que, digamos, han estado mal aconsejados». Sea como fuere, el tiempo dirá si la decisión adoptada por el club ha sido o no la correcta.