No tenía ninguna esperanza de poder jugar el partido de este domingo Miguel Ángel Miñambres, nuevo entrenador del Real Ávila, y no se jugó. «A día de hoy, complicado» decía en la jornada del viernes consciente de que en esos momentos donde decía complicado podría haber dicho imposible sin temor a equivocarse.Se le trastocan los planes al técnico leonés, que aterrizó el 2 de enero en el Adolfo Suárez pero a día de hoy apenas ha podido sumar cuatro sesiones de entrenamiento. Porque la nieve no sólo le ha impedido jugar con los suyos ante la Arandina o el San José, sino que les ha impedido entrenar. Dos factores y dos claves en esta nueva etapa del equipo. Preocupa el impacto que las jornadas aplazadas puedan tener en el vestuario encarnado. Porque arrastrar dos partidos aplazados «es un handicap. No nos debería afectar, pero es cierto que en lo anímico puede influir ver que los demás suman y tú no». Y todo ello sumado a la falta de entrenamientos de "calidad".