En los momentos más duros de la vida, esos en los que una familia sufre la pérdida de un ser querido, lo normal es sentirse desolados, con el ánimo muy bajo y, además, desorientados. En ese trance, cualquier ayuda se agradece. Y aunque lo habitual es que los amigos y allegados se ofrezcan para tratar de facilitar las cosas, lo más útil es que sea un profesional el que se ocupe de ello. Bien lo sabe el Grupo Antonio Álvarez, que no solo ha incorporado la figura del «asesor familiar» a sus tanatorios, sino que «desde Ávila la hemos extendido al resto de España», explica su presidente, Alberto Zoilo Álvarez.

La empresa nació en tierras abulenses allá por 1885 y, desde siempre, «nuestra seña de identidad fue la cercanía y el trato familiar» que dispensaba a todos aquellos que confiaban en el Grupo Antonio Álvarez en tan duros momentos. «Somos expertos en ello porque para nosotros lo más importante es la familia, lo hemos hecho siempre y por eso está en el ADN de esta empresa», de ahí que la figura del asesor familiar venga a dar continuidad a esa trayectoria, aunque complementada y mejorada con los nuevos tiempos.

De hecho, las personas que profesionalmente se dedican a la asesoría familiar tienen «una formación especial» en materias diversas como habilidades de comunicación o Derecho funerario, lo que les convierte en «especialistas», destaca Alberto Zoilo Álvarez.

Solo en la provincia de Ávila una decena de personas ejercen profesionalmente la labor de asesor familiar, todas situadas en los tanatorios del Grupo Antonio Álvarez tanto en Ávila capital como en diferentes municipios de la provincia.

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