El hombre imprescindible

AGENCIAS
-

Modric es el eje sobre el que gira todo el juego de creación del Real Madrid

Llegó a Madrid hace cuatro temporadas por una cantidad cercana a los 40 millones de euros. Parecía un fichaje más, otro despilfarro de Florentino Pérez en un jugador con mucha clase, aunque irregular en su juego y con poca fortaleza física. Pero Luka Modric no estaba dispuesto a dejar pasar la oportunidad de brillar en el conjunto blanco y marcharse con más pena que gloria, como les ocurrió a Özil, Robinho o Sneijder.

Así que el mediapunta se puso el buzo de trabajo desde el primer día y a su ya conocida calidad técnica añadió poderío físico y capacidad de recuperación de balones para pasar de ser un ‘10’ a convertirse en lo que es hoy, un jugador total, la brújula de los de Zidane.

Un hombre imprescindible que hace jugar al equipo, es capaz de romper líneas y, si tiene la libertad de incorporarse al ataque, marca golazos, como el del pasado sábado frente al Granada, que valió tres puntos y mantiene vivos a los ‘merengues’ en la díficil lucha por el título liguero. «Modric tiene que tirar más a puerta y conseguirá este tipo de tantos», señaló el técnico galo tras el partido.

Sin embargo, este momento dulce que vive el balcánico nada tiene que ver con sus inicios en el club de Concha Espina. Su tardía incorporación a la pretemporada (fichó el 27 de agosto de 2012) debido a las trabas del Totenham para dejar marchar a una de sus estrellas, impidió que el traspaso del jugador se concretase antes. La falta de preparación física le pasó factura durante la primera campaña, aunque, desde el primer momento, el Bernabéu -exigente pero inteligente- se dio cuenta de que estaba ante un futbolista diferente, de esos que marcan las diferencias con un control orientado, un pase imposible o, simplemente, marcando el ritmo de los duelos.

No obstante, el ‘Cruyff balcánico’, como se le conoce por su parecido físico con el holandés, corría el riesgo de quedarse en un hombre muy talentoso pero incapaz de tomar los galones del equipo. Así transcurrió la primera temporada del de Zadar, donde, con Mourinho como entrenador y con un Madrid en crisis, no terminó de ofrecer su mejor nivel.

Con la llegada de Carlo Ancelotti, el mediocentro se vio favorecido, ya que el italiano apostaba por la posesión del esférico y le dotaba de mayor libertad a la hora de construir juego. El Real Madrid encadenó momentos de buen fútbol durante el primer tramo de la temporada, pero el centrocampista cayó lesionado durante un encuentro con su selección, algo que le mantuvo varios meses inactivo. La ausencia del croata mermó mucho la capacidad creativa de los blancos, a los que les costaba horrores romper las defensas rivales.

Afortunadamente para el fútbol, Modric pudo recuperarse para el período importante de la campaña y ese año el Real Madrid levantó la ‘Décima’. El segundo curso con el transalpino, el balcánico volvió a ser clave, aunque cerraron el año sin títulos.

Tras el efímero paso de Benítez, Zidane ha devuelto la sonrisa al croata, al que le permite expresar su fútbol al más alto nivel, dándole la libertad que, como bien sabe el francés, los genios necesitan.

Hoy, Modric es el hombre imprescindible en el Real Madrid, sobre el que gira todo el juego, tanto  o más que, aunque sea temerario decirlo, Cristiano Ronaldo.