El prior del Convento de La Santa, David Jiménez, expresó en este Viernes Santo su "profundo anhelo" de que la Semana Santa de Ávila sea vivida, además de con el transfondo de la declaración de Interés Turístico Internacional, con "auténtico interés espiritual y renovador" y "como un acto de fe". En una iglesia de San Ignacio de Loyola llena para la ocasión, y con la compañía del coro Camerata Abulense, David Jiménez fue el encargado de pronunciar el Sermón de las Siete Palabras, las reflexiones en torno a las últimas palabras que pronunció Jesús en la cruz antes de morir, intercaladas con pequeños retazos del pensamiento de Santa Teresa y San Juan de la Cruz.

Ante la presencia de autoridades como el delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano, y el alcalde de Ávila, Miguel Ángel García Nieto, el prior de La Santa fue desgranando las Siete Palabras a modo de "siete gritos que quieren tocarnos el corazón" y siete lecciones de vida de Jesús, a cuya figura animó a acercarse a los presentes para "renovar la confianza en Dios".

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Este año la gran novedad estuvo en los prolegómenos. Cuatro jinetes a caballo se encargaron de anunciar el sermón desde una hora antes por las principales calles del centro, ante la asombrada mirada de las numerosas personas que en la calurosa mañana de Viernes Santo caminaban por Ávila. Antes el presidente de la Junta de Semana Santa, Emilio Iglesias, había realizado en el Mercado Chico la entrega oficial del pregón para que sus palabras llegaran a todos los rincones del casco histórico.