Las Cortes se sitúan sin ambigüedad junto a las víctimas y frente al terror

Pablo Álvarez
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Una sociedad unida La presidenta del Parlamento autonómico, Josefa Garciá Cirac, hace un llamamiento a la unidad «sin fisuras» contra la violencia terrorista

Al pan, pan; y al vino, vino. Acostumbrados en los últimos años a ambigüedades y discursos con doble sentido sobre el terrorismo, ayer el acto de entrega de la medalla de oro de las Cortes de Castilla y León sirvió para hacer un reconocimiento expreso a las víctimas, destacar su contribución a la sociedad y colocar a cada uno en su sitio. Y así quedó reflejado en el discurso de la presidenta del Parlamento autonómico, Josefa García Cirac, que sin ambages se situó del lado de aquellos que han sufrido durante tantos años el dolor de la barbarie. 
 
Con sus palabras, Josefa García Cirac, quiso dejar claras las líneas rojas que en algún momento las víctimas han sentido que los representantes políticos (sobre todo en el ámbito nacional)sobrepasaban. «Queremos explicar una única verdad de lo sucedido. Porque en Castilla y León llamamos a cada cosa por su nombre, no escribimos relatos confusos. Por eso, nuestra narración no contará que ni existió la lucha armada ni el alto el fuego. Simplemente asesinato y extorsión. No sois un bando en una contienda, sino víctimas de unos asesinos». 
 
Un foro en el que se encontraban más de 200 víctimas y familiares siguió con detenimiento y respeto los discursos, tanto de García Cirac como del comandante Juan José Aliste, que recogió la medalla en nombre de todas las víctimas. Ningún aplauso interrumpió los alegatos pero dos cerradas ovaciones en su conclusión sirvieron para poner de relieve que los asistentes hacían suyas las palabras allí expresadas, de principio a fin.
 
Además de dejar claro el compromiso de la institución que representa con las víctimas también abogó por una mirada al futuro que propone soñar «con una sociedad unida sin fisuras contra la violencia terrorista» y con  una sociedad que en un abrazo unánime acoja a todas las víctimas del terrorismo para deciros, en una sola voz: ¡no estáis solos!».
 
García Cirac trasladó el «reconocimiento sincero» a todas las víctimas, a sus familiares, a las víctimas de los atentados cometidos en la Comunidad, a las víctimas castellanas y leonesas que han sufrido fuera de aquí el terrorismo, a los que viajaban en los trenes de cercanías de Madrid el 11 de marzo de 2004, a los miembros de las fuerzas armadas, de la Guardia Civil y de la Policía Nacional y a quienes viven aquí y no aparecen en «ninguna lista, simplemente porque tuvisteis que huir del País Vasco por una cobarde amenaza».
 
La presidenta, que asentó en el «pasado glorioso» de Castilla y León su «apasionante proyecto de futuro», afirmó que se quiere, con este reconocimiento, que las «víctimas de unos asesinos» tengan una «página en nuestra historia». «Queremos forjar con todos y cada uno de vosotros un porvenir en el que estéis siempre presente y seáis plenamente visibles en nuestra sociedad», deseó.
 
Justicia. «Vuestro sufrimiento no es solo pasado; es presente y futuro», defendió García Cirac, que añadió que «hoy al estar cara a cara con vosotros, resulta difícil afirmar que el terrorismo ha finalizado, porque todavía hay muchos atentados sin resolver y sin juzgar». «Queremos que vuestra historia sea un libro que leamos y releamos siempre y, en particular, cada vez que toque defender la libertad, la paz y la democracia», afirmó.
 
La presidenta, que apeló a la unidad y el consenso ante las «nuevas amenazas terroristas», defendió que el dolor de las víctimas no ha sido «en vano porque cada herida y cada muerto han supuesto un paso más hacia la paz y porque vuestro sacrificio ha unido a los ciudadanos de Castilla y León para ofreceros un sencillo homenaje que simboliza nuestro más profundo agradecimiento».