Experiencia «honda y maravillosa»

diariodeavila.es
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El Papa saludó y atendió el miércoles uno por uno a los chicos de la Casa Grande a los que había invitado a visitarle en el Vaticano

Inolvidable», «muy emocionante» o «una experiencia maravillosa» son algunos de los calificativos que los chicos de la Casa Grande de Martiherrero y sus acompañantes utilizaban para intentar convertir en palabras las «hondas emociones» que les había procurado el miércoles por la mañana su audiencia con el Papa en la plaza de San Pedro del Vaticano, un encuentro conseguido «tras muchos esfuerzos» que no sólo respondió a la expectativas que en él habían puesto sus protagonistas sino que las superó con mucho, ya que el Pontífice no se limitó a cumplir un trámite que ya de por sí hubiese sido «muy bonito», sino que tuvo «la enorme generosidad» de «atender y saludar uno por uno a cada uno de los chicos, un gesto que no es nada habitual».

Entre los acompañantes de los chicos de la Casa Grande, que culminaban con este viaje al Vaticano los actos que este año se celebran para conmemorar el 50 aniversario de la institución, se encontraba el obispo de la diócesis de Ávila, Jesús García Burillo, el cual reconocía sentirse «muy emocionado por lo que hemos vivido esta mañana», porque el Papa «ha demostrado una gran generosidad con estos chicos y les ha hecho un regalo precioso».

Entrando al detalle, el obispo de Ávila comentó que Francisco había tenido «el bonito gesto de pararse con nosotros, y lo que hizo fue fundamentalmente escuchar lo que cada uno de los chicos quiso contarle». Los emocionados usuarios de la Casa Grande le dijeron al Pontífice que «rezaban mucho por él, que le quieren mucho, le dieron las gracias por recibirles, le expresaron sus sentimientos y hasta hablaron de fútbol», en concreto de Messi, argentino como él; y mientras les escuchaba, «el Papa no dejaba de sonreírles, demostrando que es muy cercano y muy receptivo, especialmente con las personas que sufren alguna discapacidad». Finalmente, añadió el obispo, les bendijo y se despidió de la delegación abulense, dejando en todos «una sensación inolvidable, también en mí, porque no es habitual que el Papa conceda tanto tiempo y atención en audiencias de ese tipo».

Pura Alarcón, directora de la Casa Grande, destacó también la «enorme emoción que todos hemos sentido», cita inolvidable que aseguró que «ha marcado un hito en la historia de esta Institución porque nunca estos chicos han sido tan protagonistas de sus vidas como ayer en la Plaza de San Pedro de Roma. Eso sí, siempre son auténticos y nobles como lo han sido delante de su interlocutor, que no era otro que su Santidad el Papa Francisco, demostrando que son más inteligentes que lo que la sociedad piensa».

Resaltó también Alarcón que «todo eso ha sido posible gracias al esfuerzo, tesón, profesionalidad y cariño de 100 trabajadores que desde el silencio viven al lado de estos chicos y que mediante un vídeo han hecho que se visualice lo que son capaces de vivir los chicos de La Casa Grande. Este vídeo lo vio el Papa Francisco y les invitó a su casa».