Vivir en el mercado celta

Ana Agustín
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La fiesta de la Luna Celta finalizó este domingo con una afluencia de miles de personas y ningún incidente destacable

Como un gran mercado celta. Así lucía la localidad de Solosancho durante la última jornada de un intenso fin de semana que marcó su comienzo el viernes con la subida nocturna al castro de Ulaca. Luna Celta ponía este domingo su punto y final a lo grande pero antes, desde por la mañana todos los vecinos y visitantes, muchos de ellos ataviados al estilo celta, vivían en la calle y paseaban por el mercado celta, ampliado con respecto a ediciones anteriores dado que han sido muchos más los puestos y artesanos que lo daban vida.

Junto a este reclamo lleno de atractivos, el Ayuntamiento del municipio del Valle Amblés había organizado una programación de actividades completa que no dejaba ni un minuto sin entretenimiento. Los más pequeños pudieron disfrutar de distintos talleres deportivos, hacer escalada en un rocódromo muy singular o lanzarse en tirolina. Mientras en otra de las calles cercanas, cientos de personas disfrutaban de una exhibición de vuelo de aves rapaces y poco después comenzaba un desfile de numerosas tribus celtas y vetonas, once en total, que pasearon por el mercado.