Arrancan las multitudinarias fiestas de Arévalo

I.Camarero Jiménez
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La misa y procesión en honor al patrón fueron respaldadas por cientos fieles que se reunieron en la iglesia de Santo Domingo de Silos para después acompañar las reliquias del mártir por las calles de la localidad

Los vecinos de Arévalo estaban deseando meterse de lleno en las fiestas de San Victorino y aunque ya tuvieron la noche y la madrugada del viernes para ir entrando en harina lo cierto es que es en el primer sábado de julio cuando comienza realmente todo. No hay que olvidar que las fiestas son en honor de San Victorino Mártir y los actos religiosos como siempre fueron para él, el patrón. Solemnes y muy respaldados por los fieles se iniciaron en la iglesia de Santo Domingo de Silos que acogió la misa oficiada por Esteban Martín, administrador parroquial acompañado de otros cuatro sacerdotes. En la homilía Martín resaltó los valores del mártir romano así como los acontecimientos históricos de su venida a Arévalo de las manos de los jesuitas el año 1609 (un año después fue proclamado patrón). 

No faltó la imposición de medallas a los nuevos cofrades y la procesión, rápida y multitudinaria, acompañada magníficamente bien por la Banda Municipal de Música de Arévalo. Entre los asistentes, por supuesto, el alcalde de la localidad, Vidal Galicia Jaramillo acompañado por numerosos concejales de la localidad y de alcaldes de municipios cercanos. Tampoco quiso perderse la cita el presidente de la Diputación,Jesús ManuelSánchez Cabrera o la jefedel Servicio Territorial de Medio Ambiente, Rosa San Segundo que hicieron todo el recorrido de la procesión hasta la entrada en el templo de la arqueta con las reliquias del santo. De nuevo en la iglesia los cofrades que lo quisieron pudieron besarlas. Y tras ello, un pasacalles musical.

Lo cierto es que el ambiente era estupendo. Cuentan los del lugar que en este día o cae una buena tormenta o sale un día espléndido y ocurrió lo segundo.Cerca de 30 grados al sol y de vez en cuando alguna nube que aliviaba el calor.

Muchos fueron los que secundaron la misa y la procesión y otros muchos mientras tanto iban cogiendo posiciones en las múltiples terrazas de los no pocos bares con los que cuenta la villa y que por supuesto esperan estas fiestas como agua de mayo.