Domingo de Ramos y Palmas para recordar la entrada de Jesús en Jerusalén, un día muy especial para los niños, no sólo los que formaron parte de la procesión a través de las parroquias sino también los que se situaron a lo largo del recorrido y recibían el paso de Jesús levantando sus ramos.

La procesión partió desde la Catedral a las 12,30 horas al finalizar la misa mayor. Como es habitual gran parte del público se reunió a la puerta de este templo para ver la salida de las imágenes, aunque también la plaza de Santa Teresa se convirtió en un punto central en el recorrido que debía llevar a sus dos imágenes hasta la iglesia de San Antonio.

Precisamente fueron los niños los que abrieron la comitiva con pancartas de diferentes parroquias como San Pedro o San Vicente y con sus propios mensajes de ‘Batid palmas al Señor porque es bueno’ o ‘Bendito el que viene en nombre del Señor’.

La procesión de "La borriquilla" llenó las calles del centro. - Foto: David Castro Con la alegría de los pequeños pasó al resto de la comitiva, donde se contaba con el paso de  la ‘Entrada de Jesús en Jerusalén’, más conocida como la ‘Borriquilla’ y que está formado por la imagen central de Cristo, rodeado de otras cuatro tallas, escenificando la entrada de Jesús en Jerusalén, de ahí el acompañamiento de palmas.  

La otra imagen que desfiló es la de ‘Nuestra Señora de los Infantes’ de la Juventud Antoniana, que colabora en la organización de esta procesión con los Padres Franciscanos y la Archicofradía de la Real Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Es por ello que la imagen de la Virgen es llevada por los niños de la Juventud Antoniana, que a su vez estuvieron acompañados por dos bandas de música, la juvenil de ‘El Amarrado’ y la agrupación musical Oración del Huerto y la Vera Cruz, de Medina del Campo.

Se pudo disfrutar de una jornada de sol y calor en este Domingo de Ramos por lo que el público pudo disfrutar aún más de la comitiva y su paso alegre por las calles de Ávila, todo ello a la espera a que a partir de este lunes se continúa recordando la Pasión de Cristo hasta llegar al Domingo de Resurrección.

eucaristía. Aunque muchos esperaron en el exterior de la Catedral para ver el principio de la procesión, lo cierto es que esta llega precedida de un acto litúrgico con una concelebración eucarística presidida por el obispo de Ávila, Jesús García Burillo, donde también se procede a la bendición de los ramos.

El obispo abulense fue quien se encargó de la homilía de esa eucaristía y en ella recordó que hay «que gritar aleluya al señor que viene a salvarnos» y hacerlo además «todos los días del año, expresar nuestro sentimiento religioso», sobre todo en momentos en los que parece que se trata de ser más discretos en la manifestación de la fe.

Añadió que a veces pedimos a Jesús que nos «ayude a solucionar problemas de manera inmediata» y no entendemos que «Él nos trae la salvación total, nos arregla el alma, la totalidad de nuestra existencia».

También se refirió a la importancia de la humildad, recordando cómo Jesús entró en Jerusalén en un asno, de manera sencilla.