Fervor en estado puro

Ana Agustín
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Miles de personas se congregaron este domingo en el santuario de la Virgen de Chilla para mostrar su devoción a la patrona de Candeleda • El buen tiempo marcó la romería hasta la Piedra de las Apariciones, lugar de sus apariciones

Fervor en estado puro

Este domingo se celebró una de las fiestas más esperadas por todos los candeledanos, la que con más devoción y fervor siguen los vecinos que pueblan toda la comarca y también otras de comunidades limítrofes, como Extremadura. La romería de la Virgen de Chilla es toda una institución, una fiesta declarada en 1980 de Interés Cultura y que sirve para poner de manifiesto la intensidad del sentimiento que procesan miles de personas.

El alcalde de Candeleda, José María Monforte, vivía este domingo una jornada realmente emocionante. «Tengo la felicidad de que aquí confluyan vecinos de todos los pueblos de alrededor de Candeleda, pueblos de Cáceres, de Toledo y de Ávila, gentes de pueblos de tres regiones distintas, con lo cual, como alcalde, me siento muy orgulloso».

El santuario de la Virgen de Chilla, que cuenta con sus santeros o guardas del recinto, quienes se encargan también de cuidar a la virgen, vestirla y arreglar la ermita diariamente; lucía un esplendor especial en esta jornada. Las flores, el olor a fiesta, la luz y el espíritu más limpio del ser humano se apoderaban de este espacio en el que los fieles dejaban sus plegarias ante la figura de la madre, vestida con sus mejores galas para recibir a todos los peregrinos, muchos de ellos llegados a pie.

Estas fiestas son una exaltación del amor que se procesa a la Virgen de Chilla que, sin embargo, es visitada diariamente por multitud de personas. Monforte aprovecho para recordar que en torno a las fiestas de la Virgen de Chilla son muchas las actividades culturales que se llevan a cabo. Sin embargo, el día principal, la jornada más sentida, se celebró este domingo ante la presencia de  miles de personas que quisieron acompañar a la Virgen. Jesús Sánchez, miembro de la Cofradía de los Caballeros de la Virgen de Chilla, afirmaba también que es un privilegio formar parte de esta cofradía y que la subasta de los banzos les sirve para poder mantener todo el recinto en el que se levanta el santuario en su honor. También es un privilegio para la santera Rosa Blázquez vivir junto a la Virgen de Chilla, cuidarla, vestirla, «saludarla cada mañana», afirmaba mientras colocaba las flores que los fieles iban depositando. Se trata de una talla completa que representa a las gentes del sur de la sierra y que en el día de su fiesta se adorna de manera especial con la medalla que le regaló el pueblo de Candeleda.

pregón. Fue importante el pregón que en la noche del sábado pronunció en la plaza del Castillo ante cientos de personas el director del colegio público Almanzor de Candeleda, Francisco Blanco. Haciendo un paralelismo entre la educación y la fiesta, Blanco fue desgranando pedazos de la historia del colegio y de la enseñanza en general. «Quise hacer un homenaje a los maestros», afirmaba a Diario de Ávila este candeledano de adopción que también habló de la fiesta como algo consustancial a las comunidades, que une y recupera a las persona. Finalmente, el pregón acabó con la intervención de un grupo de escolares.