El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, anunció durante la lección magistral que se encargó de impartir en el inicio del curso en la Escuela Nacional de Policía, los importantes pasos y avances que se están dando para que la Escuela Nacional de Policía se integre en el Sistema Académico Español, sobre todo en lo que respecta a equiparar a Grado Universitario la formación de subinspector. El objetivo dijo «es diseñar un sistema estable que permita la equivalencia de la formación policial, a todos los niveles, con títulos universitarios». Para el ministro, la vía indicada para consolidar estas homologaciones es la figura de centro adscrito. «No solo se trata de dar una solución puntual a unos problemas de equivalencia, sino de un sistema estable de integración de los estudios de las distintas escalas de la Policía con el sistema universitario».
No dudó Wert durante lo que él llamó su ‘lectio brevis’ –en lugar de lección magistral porque tenía intención de ser más corta para no aburrir y «para no ser el causante de episodios de hipoglucemia»– en asegurar rotundamente que «hacerse policía en España es iniciar una carrera de éxito». Y es que no obvió ese poder de convocatoria que cada año tiene la Escuela a la hora de hacer las pruebas para admitir a sus nuevos alumnos. Ese grado de «competitividad», aseguraba, garantiza «la calidad de los seleccionados en origen». Vienen ya –continuaba– con «un grado de formación» que la Escuela completa de forma teórica y práctica haciendo hincapié cada vez más en los idiomas y en los avances informáticos y tecnológicos pero también formándose en valores.
Con alusiones a Rilke o a Platón fue desgranando el ministro su intervención sobre una policía que sobrevive a sociedades y gobiernos porque «ellos pasan», pero «la policía es eterna». Un cuerpo de seguridad que dijo «debe actualizarse permanentemente», cuyo trabajo cada vez «tiene más valor», para decir a renglón seguido«el valor que le da este centro de formación».
Un centro que tiene unas instalaciones modélicas decía, muy parecido a un campus universitario ideal precisamente para equiparar la formación allí al sistema universitario español en un largo camino para llevar a «cimas máximas de excelencia la preparación policial».
El titular de Educación tomó la palabra antes que su homólogo en Interior pero sus discursos se entremezclaron después en el tiempo ya que ambos reivindicaron a la Policía como ese cuerpo de seguridad que el ciudadano siente como propio y ambos invitaron a sumar hacia la cooperación internacional.
Destacó también Wert la relación que actualmente mantiene la Escuela Nacional de Policía con distintas universidades, como la USAL, la UNED, la UCAV, la Juan Carlos I, la Menéndez Pelayo y agradeció que el director general de la Policía Ignacio Cosidó agradeciera públicamente la reforma educativa del PP en aspectos tales como reforzar la autoridad del docente, en la lucha contra el fracaso escolar.
Y es que para el titular de Educación es prioritario «que se fomente y estabilice la relación con la universidad» porque «es la mejor garantía formativa para que los policías defiendan la democracia, sean responsables, íntegros y proactivos», alegó. En su intervención valoró el trabajo policial como garantía de la seguridad y el libre ejercicio de los derechos y libertades.Garantes también de la Democracia invitó a los nuevos alumnos a seguir los dictados de Platón en el sentido de que «Buscar el bien de los demás es buscar el bien propio».