La salida de prisión del extesorero del PP Luis Bárcenas y su más que constante presencia en los medios de comunicación defendiendo su versión están marcando el debate político desde la semana pasada. Por ello, y después de evitar nombrar al que fuera dirigente financiero de los populares en sus intervenciones previas, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, optó ayer por contestar a sus acusaciones con contundencia: «Ni conocía la existencia de una caja B ni he recibido dinero negro».

«Le puedo asegurar que ni yo ni los dirigentes del partido que conozco tenían la más remota idea sobre esto. A lo mejor era la contabilidad de alguien; pero la del PP, nunca», remarcó el gallego en una entrevista emitida en Telecinco en horario de máxima audiencia. Además, explicó que se niega a debatir con el extesorero «cuando tenga a bien hacer declaraciones», porque, en su opinión, es «la hora de los tribunales» y de sentar las bases legales para que algo así «no vuelva a ocurrir».

En esta línea, defendió que su formación no ha tardado en condenar los casos que ha conocido y que Luis Bárcenas ya no es miembro ni trabajador del partido. No obstante, admitió que quizá no han reaccionado con la «rapidez debida», pero hizo hincapié en que los populares y su Gobierno han demostrado «determinación, ganas y coraje» contra la corrupción política.

En cualquier caso, aseveró que comprende el enfado de la gente y mostró su deseo de que los cambios legislativos emprendidos eviten casos similares en el futuro y obliguen a la devolución del dinero robado. «Aunque creo que estamos vacunados todos para mucho tiempo», añadió.

 Más allá de la corrupción, el presidente apuntó que, tras años «muy malos» de crisis y destrucción de empleo, «lo bueno empieza ahora» y el país va a salir «más fuerte», aunque también apuntó que queda «mucho por hacer».

En este sentido, defendió el mantenimiento de su política económica, porque, a su juicio , está sentando «bases sólidas para el futuro», y recalcó su convencimiento de que «en poco tiempo» España recuperará «niveles de bienestar». Al respecto, sostuvo que evitar el rescate ha sido «la mejor decisión de política social» tomada, porque en países que sí fueron intervenidos, como Grecia, se han visto las consecuencias. Y añadió que «los españoles supieron aguantar» y lo han entendido «muy bien».

A pesar de ese optimismo, a lo largo de la entrevista, Rajoy repitió varias veces el mensaje de que queda mucho por hacer. Una afirmación que relacionó con una defensa del bipartidismo que «ha hecho grande a Europa» frente a la alternativa que se abre paso «en otros lugares» y que ha resumido en el respaldo a «caudillos» o a «partidos radicales». «Donde hay mayor nivel de bienestar y riqueza gobiernan dos partidos», comentó el líder del Ejecutivo, en alusión a los partidos tradicionales que, como en España, se han alternado en el poder en países como Alemania, Francia o el Reino Unido.

 En otro orden de cosas, y cuestionado por la amenaza del terrorismo yihadista, el mandatario popular explicó, rompiendo el discurso habitual, que no existe la seguridad plena en ningún país, pero que en España hay «menos probabilidades» de sufrir atentados, según los datos que manejan las Fuerzas de Seguridad.