Recorrido con mucha historia

Eduardo Cantalapiedra
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El castillo de Narros de Saldueña volvió a abrir sus puertas al turismo por segundo año consecutivo, gracias a la amabilidad de sus actuales propietarios, la familia Llopis • La iniciativa despertó gran interés

Visitas al castillo de Narros de Saldueña. - Foto: Antonio Bartolomé

Más de cinco siglos contemplan al Castillo del Duque de Montellano, situado en el extremo de la localidad de Narros de Saldueña, que este sábado, por gentileza de sus actuales propietarios, la familia Llopis, y gracias a las gestiones realizadas por la Diputación de Ávila y el Ayuntamiento, abrió sus puertas por una tarde al turismo, como parte de una jornada musical celebrada en esta localidad morañega.

Una iniciativa que se repetía por segundo año consecutivo y que ya en su primera edición despertó el interés de más de medio millar de personas. Así, no es de extrañar que este sábado de nuevo se formara una larga cola de gente deseosa de conocer el interior de esta fortificación que hoy se utiliza como vivienda para llevar a algunos amigos tanto en primavera como en otoño, tal y como explicó su propietario, Fernando Llopis, durante la visita guiada realizada al presidente de la Diputación, Agustín González, y los alcaldes y concejales de diferentes municipios de la zona.  

El castillo, que en tiempos fuera propiedad de los Valderrábanos, fue habitado por hasta tres familias distintas y posteriormente utilizado eventualmente por cuadrillas de segadores y como palomar, hasta que en 1964 fue adquirido  por Estanislao Llopis, padre del actual propietario, que es un amante de las antigüedades y miembro de la Asociación Española de Amigos de los Castillos, y que se ocupó de su rehabilitación, continuada por su hijo.

Visitas al castillo de Narros de Saldueña.
Visitas al castillo de Narros de Saldueña. - Foto: Antonio Bartolomé
Durante la visita, los vecinos y turistas pudieron contemplar desde un lagar hasta el patio central a dos alturas, con su fuente y su pozo, o las cocheras, donde se encuentran dos carrozas de origen valenciano, como los propietarios.