Si el nuevo obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, tuviera que hacer una lista de deseos para el nuevo año, entre ellos estaría la petición de un trabajo "digno y estable" para los jóvenes y también condiciones de bienestar social para los mayores. En sus primeros pasos en la que ya considera su diócesis, el obispo ha tenido ocasión de ir conociendo los primeros pueblos, especialmente acercándose a las comunidades contemplativas, y también tiene la oportunidad de aprovechar para pedir a los políticos "altura de miras" para que miren el bien común "y menos a los intereses partidistas". Lo hace en un momento en el que se acercan citas electorales, que espera que no sirvan "para tirar cada uno para un lado y el ciudadano se quede mirando con desconfianza la clase política sino que se mire el bien común de nuestra tierra y, sobre todo, el bienestar de los ciudadano".

En un encuentro que mantuvo José María Gil Tamayo con los medios de comunicación también quiso recordar, como ya hizo en sus primeras palabras como obispo, el reto del "fortalecimiento de la tarea educativa de la Iglesia" y por ello pidió a las autoridades políticas "facilidades por ejemplo para el acceso al colegio de la Asunción. Si está permitida carga y descarga en el centro de Ávila lo esté también para los padres que traen a los más pequeños y no afecten las dificultades que se puedan poner por ser peatonal a la disminución de matrícula porque entonces estamos contribuyendo al deterioro de instituciones que tienen un peso en la ciudad y la provincia y, sobre todo, estamos dificultando el ejercicio de un derecho, el de la libertad educativa de los padres".