Gedeón Guardiola es uno de los baluartes defensivos de la selección española. El alicantino, a sus 30 años, ha encontrado la madurez deportiva en el Rhein Neckar-Lowen alemán. En Doha, igual que en los últimos compromisos de los ‘Hispanos’, forma tándem en el 6-0 con Viran Morros, su compañero de habitación. Ve a España hacia arriba, pero sin confianzas.

¿Ante Túnez se confirmó que la selección va de menos a más?

A lo mejor empezamos contra equipos ante los que quizá se pensaba que podía ser más fácil o cómodo. También mostramos algunas dudas en defensa, pero, poco a poco, conforme han llegado los equipos más competitivos, se ha demostrado que sabemos estar en situaciones complicadas e importantes, se ha ajustado la defensa, se ha estado más acertado en portería y en el lanzamiento de gol. Creo que ahora estamos en un buen nivel de balonmano.

¿Se esperaban un partido tan fácil ante los tunecinos?

No. Cuando salimos, vimos el ambiente y parecía que estábamos en Túnez. Sabíamos que los árbitros podían estar un poco a su favor, y tenía la sensación de que ellos se creían que podían tener un buen día. No pensamos en ningún momento que podía ser tan fácil. Se demostró que el equipo, cuando está centrado, es muy peligroso y que se puede estar a nivel a pesar de esas adversidades.

Y funcionando en defensa y portería…

Sí, es el candado que tenemos que tener. El conjunto tiene que estar siempre unido. Llevamos tres choques en los que estamos rozando casi la perfección tanto en defensa como en ataque, recibimos menos goles, estamos más unidos y preparamos mucho mejor estos encuentros importantes.

¿El entendimiento con Viran?

Llevo tres o cuatro años con Viran en el 6-0 de la selección. Aparte de preparar los duelos en conjunto con el resto, nosotros hablamos bastante. Estoy cómodo con él y aprovechamos para charlar sobre el rival y eso siempre ayuda.

¿Se ha pasado de posibles dudas en el inicio del torneo a ser candidatos a ganarlo?

A lo mejor al principio sí demostramos algunas dudas a la gente y a los rivales. Ahora se están dando cuenta de que España ha vuelto, está otra vez en su nivel. Siempre debe optar a luchar por todo, por lo más alto. Estamos mostrando un buen balonmano ahora. Los primeros oponentes, Brasil y Bielorrusia, a priori, eran más flojitos, pero los brasileños, que están preparando los Juegos, dieron un buen nivel en octavos. Creo que nosotros hicimos un gran papel en la primera fase, ahora toca la muerte súbita, si seguimos así, nos va a llevar a muy lejos.

A priori, su grupo era el más fácil y han pasado tres de cuatro a cuartos de final, y Brasil casi consigue el pleno.

Todo el mundo decía que no era tan complicado, pero los resultados hablan por sí solos. Creo que se ha visto que ha sido más difícil. El hecho de quedar primeros refleja que hemos hecho un buen trabajo en esa primera fase.

¿Una de las claves de esta selección es la unión y el grupo?

Hay un buen ambiente, siempre intentamos hacer cosas juntos, nos llevamos muy bien... La unión que se ve en la pista la tenemos fuera. Esa es una de las claves que otros equipos no pueden tener.

Eso sí, el cuadro que les ha tocado parece el más complicado…

A priori sí, pero hay que jugar, y son 60 minutos. Son grandes adversarios, pero si España quiere ser campeona del Mundo tiene que ganar a todos.