Un homenaje al teatro de fantasía

Beatriz Mas
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Teatro Benavente presentó su versión de 'Los árboles mueren de pie' en el Episcopio

Fantasía... pero con mucha realidad, y a veces amarga, detrás. Así es en ocasiones el teatro de Alejandro Casona, dramaturgo del que ahora se cumplen 50 años de su muerte y que se homenajeó en Ávila con la puesta en escena de una de sus obras más emblemáticas, ‘Los árboles mueren de pie’, en El Episcopio.

No se puede explicar el argumento de esta obra sin destrozarla, pero basta decir que la imaginación y el interés por ayudar a los demás toman un poco de una maravillosa locura que, a veces sale bien, y otras no tanto. Eso sí, buenas intenciones, todas.

Los personajes de esta obra tienen todos algo especial pero quizá un poco más esa increíble abuela en torno a la que gira la obra y que demuestra que aún hay personajes estupendos sea cual sea la edad.

Es esta abuela la que se ve envuelta en un mundo de fantasía pero también es ella la que termina estrellándose con una realidad casi inconcebible, dura y un poco esperada. Pero ella es como un árbol, puede estar muerta pero permanecer de pie y, si es necesario, es ella la que puede derramar toda la fantasía en la realidad de los demás.

Y esos demás son un hombre que vive ciego ante lo que tiene delante, una mujer que descubre que tiene mucho por lo que vivir y un abuelo que tiene más dentro de lo que puede parecer. Y lo demás, como Casona, espacio para la imaginación.