La huelga indefinida convocada por las Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales (BRIF), incluida la del puerto de El Pico, ha vuelto a dejar en evidencia las diferencias que existen entre Tragsa y las propias brigadas a la hora de llegar a un acuerdo.

De esta manera, mientras la empresa destacan los beneficios conseguidos en el colectivo durante los últimos años y el acercamiento de posturas en temas como la segunda actividad, desde las brigadas se indica que pretenden «justificar lo injustificable haciendo más fácil aún que la sociedad reconozca la situación en la que estamos».

Para Tragsa la negociación continúa estancada en el punto que consideran más conflictivo, en de los incrementos retributivos, donde aseguran que están sometidos «en materia de negociación colectiva y gastos de personal a la normativa específica recogida en la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2015 donde prohibe la subida de sueldos de los trabajadores públicos. Pese a ello, propone un incremento cercano al 7 por ciento, que sólo tendría validez si tiene cabida en la Futura Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2016».

Sin embargo, desde las brigadas se cree que «la ley general de presupuestos como excusa no tiene cabida» y consideran «paradójico» que «tanto la ministra como la empresa hablen de la inviabilidad de la subida, cuando ya han presentado una propuesta que recoge un aumento de un 7%, por lo tanto, si se puede subir un 7% entendemos que también se podrá subir cualquier otro porcentaje». Afirman que es verdad que demandan un aumento del 30%, pero recuerdan que es sobre un sueldo de 800 euros, lo que consideran razonable para «un colectivo que se juega la vida apagando y previniendo incendios».

En cuanto a la categoría de bombero forestal, la empresa asegura que no puede reconocer «una categoría que no se corresponde con las funciones y responsabilidades expuestas en la encomienda que mantiene con el Magrama» y propone cambiar a Brigadista de Extinción y Prevención de Incendios Forestales.

Sin embargo los trabajadores de las brigadas insisten en un cambio en el que creen que no hay problema en reconocerlo, sobre todo porque la modificación del nombre no supone un aumento en la masa salarial a la empresa.