El lobo merma el Plan de Caza en Gredos

I.Camarero Jiménez
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De más de 160 machos de cabra montés recogidos en el plan anterior hemos pasado a los 140 previstos para 2019/2020, explicó el director técnico de la Reserva, Manuel Díaz

El lobo merma el Plan de Caza en Gredos

La Reserva Regional de Caza de la Sierra de Gredos atraviesa por dificultades lo que ha obligado a reducir el Plan de Caza en un porcentaje considerable: de 165 a 143 ejemplares de macho montés, un 13% menos. El problema tiene un nombre y así lo reconocía el director técnico de la reserva, Manuel Díaz y ese no es otro que el lobo. La llegada de los cánidos hace que haya que ajustar el plan de caza para mantener el equilibrio entre las especies predadoras y las que son predadas.

No es ni con mucho la peor situación por la que atraviesa la reserva de Gredos en cuanto a la preservación de la especie de cabra montés porque según recordaba Díaz hace doce años, que fue cuando él llegó como director, estaba en 60 machos y ahora es de 140 pero también es verdad que en la época de excelencia ese cupo estaba en los 210 ejemplares.

El problema del lobo además es más acuciante debido a que «es una especie protegida».

Los datos se conocían este martes que es cuando tuvo lugar en la sede de la delegación de la Junta de Castilla y León la reunión de la denominada Junta Consultiva de la Reserva de Caza de la Sierra de Gredos en la que están presentes diferentes administraciones, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado (como la Guardia Civil, el Seprona) y también los representantes de la Asociación de Propietarios de los terrenos en los que se ubica la reserva y que preside María Ángeles Izquierdo. Fue ella una de las personas que atendió a los medios junto a Díaz y al delegado de la Junta de Castilla yLeón en Ávila, José Francisco Hernández Herrero quien ensalzó esta importante «colaboración público privada» que se da en el marco de la reserva de caza, una reserva que nació con el objetivo de «preservar aquellas especies autóctonas más valiosas y representativas, entre ellas por supuesto la cabra montés, pero también, a través de la gestión eficiente poder implementar unos recursos económicos a la zona para el desarrollo socioeconómico de los municipios  que están incluidos en la reserva».

Es una labor conjunta que «no es habitual -decía el delegado-  porque normalmente la Junta de Castilla y León tienen órganos de participación, consejos consultivos en los que la sociedad civil organizada viene y plantea sus propuestas e incluso evacúa informes pero en esta ocasión hay una gestión también económica desde el punto de vista de la comercialización de los recursos cinegéticos que se enajenan a través de subastas y otro tipo de mecanismos y que no exagero si digo que rozan la excelencia, gracias a un arduo y complicado trabajo interno».

La caza en cualquier caso recordaba el delegado no se puede aislar sólo como una actividad económica sino también de gestión de la fauna silvestre.

Por todo ello agradecía la labor complicada que es «legar a generaciones futuras especies autóctonas tanto en flora como en fauna y que eso revierta en el desarrollo económico»

Además del plan de caza que incluye 165 machos, 120 hembra de montés, 10 venados, 6 corzos y 36 monterías; también se aprobó tras la reunión de ayer diferentes propuestas para el Plan de Mejora, que incluye vigilancia complementaria mediante una empresa de seguridad (y que desde el año 2012 es competencia de la asociación de propietarios) o apertura de sendas, reparación de caminos o refugios, adquisición y distribución de sal, y también de aparatos ópticos para vigilancia y material para celadores y vigilantes por más de 350.000 euros.