El bache es evidente. Cuatro jornadas consecutivas sin ganar lo evidencian. Se ve desde fuera y se ve desde dentro del Real Ávila. Y tanto dentro como fuera del equipo el 'peor' momento de los encarnados en este curso se sigue mirando desde la tranquilidad de haber visto a los del Adolfo Suárez sumar 12 jornadas seguidas sin perder, liderar el grupo VIII de Tercera cuatro años después o seguir en puestos de playoff –terceros– con la sensación de que la 'crisis' es más de resultados que de fútbol, lo cual sería más preocupante.