En el cole, vista de lince

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La Fundación Alain Afflelou arranca su XV Campaña contra el Fracaso Escolar •Su objetivo es la detección precoz de los problemas visuales en la infancia; este año se centran en la amblioatía u ojo vago

En el cole, vista de lince

 DETRÁS de un suspenso o de una mala nota no se esconde siempre la falta de estudio. En ocasiones, una baja calificación es consecuencia de un problema visual que los niños no consiguen trasladar a sus padres.

Por este motivo, la Fundación Alain Afflelou puso en marcha hace ya 15 años su Campaña de Salud Visual Contra el Fracaso Escolar, cuyo principal objetivo es, precisamente, la detección precoz de los problemas de visión en la infancia.

Este año, los ópticos-optemetristas de la cadena prestarán especial atención a la detección de la ambliopatía u ‘ojo vago’.

En España, entre el 3 y el 5 por ciento de los niños padece esta patología y el 50 por ciento de los padres lo desconoce, por lo que no está tratada, lo que supone un grave problema sobre todo porque su detección precoz resulta fundamental para su correcta evolución.

La ambliopatía es una pérdida parcial de visión en uno de los dos ojos generalmente, aunque puede afectar a los dos, causada por un defecto en la formación de la visión durante la edad infantil y afecta sobre todo a niños menores de siete años.

El problema comienza cuando las vías que transmiten los mensajes de la visión de uno de los ojos al cerebro no se desarrollan los suficientemente fuertes. Entonces, el cerebro prefiere el otro ojo y la vista del niño no se desarrolla de manera normal.Esto puede hacer que la función visual del otro ojo no evolucione de forma normal, causando lo que se conoce como ambliopatía u ‘ojo vago’.

Los expertos saben que resulta fundamental que la patología se corrija durante los primeros años de vida, porque se ha demostrado que las células cerebrales que se encargan de la visión y no han sido estimuladas durante su desarrollo no pueden recuperarse en la madurez.

¿Y cómo se detecta? En el caso de los bebés la ambliopatía es difícil de diagnosticar, ya que en muchas ocasiones no muestran síntoma de problema visual, aunque lo lógico es que tengan dificultades para seguir con la vista un objeto en movimiento, ladeen anormalmente la cara o, incluso, pueda percibirse una leve bizquera.

En el caso de los niños mayores, pueden presentar algunos síntomas, como taparse de vez en cuando un ojo con la mano o cerrarlo; entrecerrar los ojos para ver mejor; afrontar sus tareas con un sólo ojo en lugar de hacerlo de frente; no coordinar correctamente el ojo con la mano o tener dificultades a la hora de practicar algún deporte y juegos de pelota; o presentar, incluso, dolor ocular, lagrimeo, picor de ojos, mareos o dolor de cabeza.

Para prevenirlo nada mejor que realizar exámenes visuales periódicos, ya que, como decíamos, la detección precoz es clave para su tratamiento. Un tratamiento que pasa, ante todo, en entrenar al ‘ojo vago’ para que logre ver nítidamente a cualquier distancia.

El mejor tratamiento para la ambliopatía de tipo funcional es, además de la utilización de lentes compensadoras en gafas o lentes de contacto, un programa de entrenamiento visual con ejercicios específicos para restablecer las capacidades visuales del ojo amblíope, intentando igualarlas a la del ojo normal.

Si se detecta a tiempo y se aplica el tratamiento adecuado, el niño podrá desarrollar una visión normal. Y si no se trata en los primeros años de vida, podría conseguirse una buena visión con gafas o lentes de contacto. Sin embargo, es posible que la visión del ojo vago no alcance a la del ojo normal.