Confidencialidad y respeto para ayudar a las víctimas

M.M.G.
-

La UCAV celebra este martes una jornada sobre detección de señales de violencia doméstica y de género por parte del personal sanitario

"Tratamos como profesionales de los centros de salud la violencia de género desde un punto de vista sanitario. Y eso exige profesionalidad, confidencialidad, seguridad y respeto a la autonomía del paciente". Éstas son palabras de Mercedes López Martín, enfermera del Servicio de urgencias del madrileño Hospital Universitario La Paz, licenciada en Antropología Social y Cultural y especialista en violencia de género que este martes asiste a la jornada sobre detección de señales de violencia doméstica y de género por parte del personal sanitario que la UCAV imparte dentro del I Campus de Verano en Seguridad Pública y Defensa Nacional. "La violencia de género es un problema real, actual y de salud pública", ha argumentado. Y por ese motivo, resulta fundamental que el personal sanitario que puede llegar a atender a las víctimas esté correctamente formado para no sólo ayudarlas en el aspecto físico de sus lesiones sino también, y sobre todo, para ayudarlas a salir de la espiral de violencia en la que puedan estar viviendo. "El personal sanitario en general y la Enfermería en particular están posicionados en un lugar clave para atender a estas mujeres", ha valorado la ponente. Mujeres que llegan a los servicios de Urgencias o a las consultas de Antención Primaria "asustadas, mirando hacia abajo, sin mirar a los ojos", "extrañamente dependientes de su marido" y en muchas ocasiones vistiendo con ropa larga cuando hace mucho calor. Lo cierto es que esas mujeres raramente confiesan el calvario que están pasando en casa. "Suelen frecuentar los servicios de Urgencia o las consultas por síntomas inespecíficos que no terminan de resolverse, como fatiga, depresión...", ha expuesto López Martín. Son, ha dicho, "síntomas que enmascaran una violencia de género de años". Por eso es tan importante qe el persona sanitario esté atento a esas señales primeras, porque en el momento en que se sospecha que la mujer puede ser víctima de violencia de género se activan los protocolos de actuación vigentes en cada caso.