Los cucurrumachos volverán a salir a las calles del pueblo

diariodeavila.es
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 Los cucurrumachos de Navalosa, unos de los protagonistas indiscutibles de los carnavales de la provincia abulense, volverán a salir a las calles de la localidad este domingo.

Cencerros, mantas pingueras y máscaras esperan ya para dar vida a un carnaval ancestral que suscita el interés de cientos de personas y que comenzará el sábado por la tarde, cuando los quintos de la localidad pongan el mayo o chopo en la plaza mayor.

Éste será sólo el pistoletazo de salida al fin de semana más intenso de Navalosa, donde el domingo serán los mismos quintos los que recorran las calles del pueblo pidiendo huevos. Será el momento ideal para que los vecinos y visitantes observen al personaje de ‘la vaquilla’, las garrotas engalanadas o los sombreros con escarpelas y puros.

Pero será el domingo por la tarde cuando ellos, los cucurrumachos, centren todas las miradas. A partir de las 17,00 horas se desarrolla en torno al mayo la danza de los cucurrumachos, las serranas y los quintos, que forman tres corros que bailan al son de la gaita y el tamboril. El baile concluye con la muerte simbólica de la vaquilla mientras que se recitan coplas desde el balcón del Consistorio.

Pero, ¿cómo son los cucurrumachos? El que es quizá el disfraz con más historia de la provincia de Ávila está compuesto por una manta pinguera confeccionada artesanalmente en los telares de Navalosa. El pantalón del traje está relleno de paja y la cara está tapada con una carilla realizada en madera y cubierta con crines de caballo, pelo de vaca y algunas ocasiones rematada con cuernos de animales, «en referencia al carácter agrícola de nuestro pueblo», como apunta Isabel de la Fuente, miembro de la Asociación de Vecinos y Amigos de Navalosa.

A esto se le une, además, el haz de cencerros que los cucurrumachos llevan prendido al cinto y que hacen sonar estrepitosamente, así como las alforjas con las que tiran paja y heno a los asistentes, atemorizándoles.