Lavado de cara

A.S.G.
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Once bajas y diez incorporaciones después el Real Ávila cierra su plantilla 2014-2015 tras un mercado de invierno especialmente ajetreado y que ha dado un vuelco a la imagen del equipo que empezó en agosto la temporada

Seis meses después, once bajas de por medio, diez incorporaciones una vez iniciada la temporada y  cambio de entrenador incluido se puede decir que el Real Ávila 2014-2015 ya está cerrado. Porque el lavado de cara que el equipo encarnado ha llevado a cabo no sólo desde que empezó la temporada sino en las últimas semanas ha sido tan importante y profundo que comparar el posible once que este domingo saltará al césped del Adolfo Suárez no sólo con el que visitó el Montecillo sino con el que empezó la temporada en el Francisco Rubio ante el Numancia B es un ejercicio de fe si se quiere hacer entender que tanto uno como el otro son el mismo Real Ávila 2014-2015.

Desde que el equipo encarnado arrancó la temporada allá por el mes de agosto en el Francisco Rubio ante el Numancia B (1-1) un total de once jugadores –sin contar los juveniles que han hecho sus esporádicas apariciones en el primer equipo– han abandonado el vestuario encarnado.No han sido menos –diez– los que han llegado. Al césped del Francisco Rubio saltaron David Viciedo, Benji, Sergio Morilla o Yersith, entre otros. Al del Montecillo –cuyo dueño, la Arandina, visitará el Adolfo Suárez este domingo– lo hicieron gente como Albert o Borja Bite, junto a los anteriormente nombrados. Jugadores que ya no visten la elástica de un equipo que ha tenido que buscar otro corte muy diferente de jugador sobre el que se había puesto los ojos en un primer momento. Y es que el grupo VIII de Tercera no perdona experimentos.

¿Por qué ahora?

La plantilla de la que ahora dispone el equipo encarnado no es fruto únicamente de la necesidad de recomponer un vestuario que no sólo que ha caído a los puestos de descenso sino que se veía incapaz de salir de ellos. Tras la derrota ante La Granja (8ª jornada, 19 de octubre) llegó un primer toque de atención y un temor palpable. «Si caemos con este equipo a los puestos de descenso tendremos problemas» se llegó a decir. Y se cumplió.

La falta de tiempo, la necesidad de conformar un nuevo proyecto deportivo desde la nada, la ausencia de plenos recursos económicos y una política deportiva dispuesta a apostar por jóvenes en un equipo sin un esqueleto definido fueron determinantes. Si a ello se le une la carencia de gol la realidad es el cambio de cromos que se ha producido en una temporada ciertamente extraña. Porque hasta el último momento el equipo encarnado ha estado trabajando por darle a Toni Ayala lo que necesitaba. El canario dijo a su llegada al equipo encarnado que echaba en falta «fondo de armario». Pero se puede afirmar que le han dado un armario entero.

11 bajas y 10 altas

Hasta un total de 11 jugadores han causado baja esta temporada en el equipo encarnado, una cifra inusual no sólo para el equipo abulense, poco habituado a la rescisión de jugadores en las últimas fechas. Algunos, como Mouad, no llegaron a debutar por problemas con el visado. Una cuestión que, desgraciadamente, empieza a ser habitual en la llegada de jugadores del continente africano y que ya tuvo temporadas atrás su reflejo en los casos de Koffi o Jean Claude, entre otros. Otros, como Samuel Tomillero o Gousmani Sanneh, llegaron con la temporada empezada como revulsivos y acabaron tomando las de ‘villadiego’. Ninguno ofreció los resultados esperados y terminaron por marcharse de un equipo donde la llegada de competencia no les hizo fortalecer su compromiso. Todo lo contrario. Y junto a ellos Borja Bite, Albert, Christian, Yersith,Morilla, David Viciedo, Benji o David Muñoz, el último de una lista en la que nunca se le hubiera incluido hace unas semanas. Aunque en ocasiones individualista, el de Aravaca había sido uno de los mejores de un vestuario donde se ha reconocido que para entrar había que dejar salir. Y en su caso se convirtió en la última salida. Su mente, más fuera que dentro de los terrenos de juego, tuvo buena culpa.

Otro perfil de jugador

La llegada de jugadores al equipo como Bruju, Dela o Jean Marc ‘Marco’ son la confirmación de que en el club tenían claro que la situación actual requería de un perfil de jugador diferente, conocedor de la categoría y, sobre todo y en el caso de Dela, del propio club. El de Barco de Ávila ya sabe lo que es defender los colores encarnados, aunque fuera para otros menesteres –luchar por el playoff– mucho más amables. Junto a él Jean Marc ‘Marco’, central senegalés que no sólo sabe lo que es jugar en el grupo XIII de Tercera, con playoff de ascenso a Segunda B incluido, sino que en su trayectoria deportiva aparece el Xerex de Segunda División. Dos defensas, y un centrocampista como Miguel Jiménez, que en su debut –ante el Numancia B en el Adolfo Suárez– dejó un regusto más que interesante de jugador táctico, bien posicionado y de mucho mayor poso que aquellos que empezaron el año.  

Se necesita gol

Dos defensa, un centrocampista y dos delanteros. Llegó Nata con el comienzo del año –lo hizo fuera de forma– y con el cierre del mercado Daniel Cintrano. Mientras el primero llega buscando los minutos y las oportunidades que no estaba teniendo en el Fuenlabrada de Segunda B, el segundo llega desde Los Barrios, de Tercera, buscando la confianza que no tenía allí. Dos delanteros para competir con Adrián –el ex del Diocesanos será el gran perjudicado– en un esquema que, salvo casos excepcionales, ofrecerá un solo puesto de delantero.

En la mente, el 4-3-3

No es una norma, ni un plan preestablecido, pero con la actual configuración de la plantilla Toni Ayala tiene en mente apostar por un centro del campo donde reúna lo mejor. Con Kilian en la destrucción –su capacidad de adaptar su fútbol a lo que le pedía Ayala a su llegada ha sido clave en su continuidad– y Miguel Jiménez y Álex Rabadán –al que se le pide más implicación en las tareas defensivas– como interiores, el entrenador canario tiene claro que podría explotar una de las mejores virtudes del equipo, el manejo del balón.  

Esperando a Roni

El dominicano se vistió de corto en Simancas y marcó. Lo hizo ante La Bañeza y se rompió. Desde entonces el extremo ha sido baja pero su recuperación está al llegar. Tanto que ante la Arandina podría empezar a sumar minutos. Porque se le espera. Al menos Toni Ayala, que confía en que Roni y Bruju sean los dos extremos del equipo. Jugadores capaces de desequilibrar un partido, cambiar el ritmo al encuentro y reclamar protagonismo y balón cuando el partido así lo requiera.

Líderes en el césped

Y todo ello salpicado de la necesidad de que el equipo tenga un líder en el campo. Porque lo que ha dejado el paso de las jornadas es la preocupante sensación y constatación de que el equipo baja los brazos cuando recibe un tanto en contra. Algo que el cuerpo técnico espera solventar con la presencia sobre el césped de jugadores capaz de monopolizar aquellos minutos en los que el equipo lo pasa mal.