• Desde el Real Ávila se insiste en que las informaciones y declaraciones realizadas por los jugadores y miembros del Cristo Atlético «no se ajustan a la realidad de lo ocurrido» tras el encuentro del pasado domingo.

Ha tardado en producirse pero por fin el Real Ávila se ha pronunciado de forma oficial sobre los acontecimientos ocurridos el pasado domingo al término del encuentro ante el Cristo Atlético, en los que se vieron implicados Cabrera y el jugador del equipo palentino Juan Romo, que terminó poniendo una denuncia en Valladolid contra el jugador del Real Ávila por un presunto delito de agresión al término del partido.

De momento el jugador ha rechazado pronunciarse abiertamente sobre lo ocurrido, pero no así el club, que este martes emitía un comunicado en el que, lamentando los hechos ocurridos, quiso hacer una defensa de su jugador en unos acontecimientos en los que, hasta el momento, sólo se conoce de forma oficial la versión ofrecida por el jugador del Cristo Atlético.

Si bien desde el Real Ávila «se lamenta los hechos sucedidos y que no se ajustan a los valores del deporte», se tiene claro que «en ningún caso el jugador Juan Antonio Cabrera es responsable único de lo sucedido sino que respondió a provocaciones previas». Una versión de los hechos diferente a la mostrada hasta la fecha por el jugador palentino.

En declaraciones a DiarioPalentino, Juan Romo explicaba su versión de los hechos. «Viene precedido todo de los últimos minutos del partido. Hice una entrada fuerte a Aarón y vimos la cartulina amarilla los dos. Luego se me acercó Cabrera y me dijo que había hecho una entrada muy dura. Le contesté que eran cosas del juego y me dio un tortazo. Tras el partido, cuando estábamos comiendo el bocadillo antes de regresar, salió del estadio y le hice un comentario a los compañeros de si era él o no el que me había dado un tortazo. Se dio por aludido, se acercó a mí y me dijo que si quería que me diese otro. Nos encaramos, yo con las manos en los bolsos, y me soltó un puñetazo. No me llegó a dar de lleno, pero tengo dolores en la cabeza, la nariz inflamada y el labio con heridas, que fueron las que me hicieron sangrar. Llamé a la Policía  para poner una denuncia y llegaron los mismos que habían estado en el partido. Me aconsejaron que tramitase la denuncia cuando regresase y así lo hice. Fui a Urgencias, me hicieron un parte y lo incluí en la denuncia».Versión en la que, en todo caso, se carga con toda responsabilidad hacia el jugador encarnado.

Desde elReal Ávila se insiste en el comunicado que las informaciones aparecidas a este respecto en los medios y las declaraciones realizadas por jugadores y miembros del Cristo Atlético «no se ajustan a la realidad de lo ocurrido», por lo que lamentan «la utilización de lo sucedido» desde el Cristo Atlético y sus jugadores hacia la figura de un jugador «con un excelente comportamiento tanto dentro como fuera de los terrenos de juego» a lo largo de toda su carrera deportiva.