El Real Ávila se quedó con ganas de más. De más goles y de más premio que el punto obtenido después de un partido en el que tuvo en sus manos al Cristo Atlético, un equipo de playoffs pero que por momentos fue una marioneta en las manos de Rubén Ramiro y De Mesa, 'titiriteros' en un Adolfo Suárez que, esta vez sí, pudo disfrutar con la función que les ofrecieron los suyos. Bien es cierto que se les escapó vivo el Cristo Atlético, aunque no fue por intentarlo y merecerlo. El Real Ávila llevó el partido a su terreno y maniató a su rival. De zarandearlo ya se ocuparon Rubén Ramiro y De Mesa. Especialmente este último, que recuperó su mejor versión en una tarde en la que sacó todo su repertorio de bicicletas, pisadas y tacones a relucir. Si la temporada que viene sigue en Tercera es porque quiere.