Prácticamente todas las comunidades autónomas, con excepción de Galicia y Castilla y León, han anunciado ya su decisión de implantar la vacunación a las embarazadas contra la tosferina tras las muertes de varios bebés en los últimos meses a causa de esta enfermedad, que en los últimos años registra un repunte de casos y una mayor virulencia.
Aunque en la Comunidad la prevalencia es mínima y la morbilidad de la tosferina muy pequeña, la Consejería de Sanidad está estudiando con un grupo de trabajo formado por epidemiólogos si es aconsejable administrar esta vacuna. Aunque llevan ya varias semanas trabajando, aún no hay una fecha para adoptar una decisión e incluso no se ha convocado al grupo de trabajo para una nueva reunión después de la celebrada la pasada semana.
No obstante, fuentes de la Consejería aseguraron a este periódico que la decisión será adoptada a lo largo de este mes de diciembre, sin poder precisar nada más sobre la conclusión de los trabajos de este grupo, en el que la mayoría de los colectivos representados (pediatras, matronas, etc.) se han mostrado a favor de su aplicación también a embarazadas.
De hecho, el pasado mes de junio la Ponencia Técnica de Vacunas, en la que se encuentran representados el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, elaboró un documento en el que recomendaba la vacunación de las gestantes debido a los «alarmantes datos de incidencia» de la tosferina en menores de tres meses, que puede llegar hasta los 600 casos por cada 100.000 niños.
Precisamente, uno de los problemas de extender la vacunación a otros colectivos como las embarazadas es la dificultad de abastecimiento de esta vacuna. No obstante, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad anunció hace un par de semanas la compra de 60.000 unidades que, además de a las gestantes se administra como dosis de recuerdo a los niños de seis años.
Las vacunas han comenzado ya a distribuirse entre las comunidades autónomas y el ministro Alfonso Alonso ha anunciado hace unos días que adquiriría nuevas dosis en función de las «necesidades que pudiera haber mes a mes» para disponer de suministro «para todas» las embarazadas y los niños.
Inicialmente sólo siete comunidades autónomas -Cataluña, Asturias, País Vasco, Navarra, Valencia, Extremadura y Canarias- decidieron administrar la vacuna a las embarazadas. Sin embargo, tras la muerte de un bebé en Málaga, cuya madre habría buscado sin éxito la vacuna en varias farmacias, la Junta de Andalucía anunció que comenzaría a vacunar a las embarazadas entre las semanas 28 y 32 de gestación a partir de ayer, 30 de noviembre.
También la Comunidad de Madrid informó hace un par de semanas de que vacunaría a las futuras mamás a partir de enero de 2016.
Baleares está dispensando la vacuna en los centros sanitarios desde la pasada semana y Cantabria ya ha iniciado la disribución de las dosis asignadas a los centros de salud para su aplicación casi de inmediato, según informa Efe.
Aragón y La Rioja empiezan hoy a vacunar y en Castilla-La Mancha, donde un bebé de dos meses y medio falleció en Cuenca y otro de unos 40 días se vacunará a partir del 9 de diciembre.
Murcia ha incluido en sus presupuestos un nuevo programa de vacunación contra la tosferina que se iniciará en febrero y la Xunta de Galicia abordará este mes una propuesta en la comisión gallega de inmunoprevenibles.