Un año repleto de arte

DPA
-

En 2014 han tenido lugar eventos de primera magnitud como la mayor exposición sobre El Greco, las grandes muestras de Weiwei por el mundo o la polémica del 'caso Gurlitt'

Frank Gehry in seinem Atelier | Frank Gehry in his studio - Foto: Thomas Mayer

El año 2014 ha sido testigo de un homenaje a El Greco con motivo del cuarto centenario de su muerte, de grandes exposiciones de Ai Weiwei que el artista chino no ha podido visitar, de la culminación de un retrato de la Familia Real española gestado durante 20 años y del desenlace parcial del caso Gurlitt, el anciano alemán en cuyo poder se descubrió todo un tesoro artístico en gran parte robado por los nazis.

Sin lugar a dudas, este ha sido el año del Greco. Cinco exposiciones revisaron la figura del artista cretense Doménikos Theotokópoulos (1541-1614) con Toledo como punto central, la ciudad donde desarrolló el grueso de su obra y que pese a ello nunca antes le había dedicado un monográfico. El griego de Toledo, la mayor exposición realizada nunca sobre el artista, permitió apreciar obras que no se exponían al público desde hacía más de un siglo y otras traídas desde 29 países para mostrar una visión revisada del pintor, desvistiéndola de los mitos que lo han acompañado durante siglos.

Otro de los artistas clave del 2014 ha sido Ai Weiwei. Desde hace tres años, el autor no puede salir de China por su postura crítica contra el Gobierno, pero sus obras se vieron este año en todo el mundo en llamativas exposiciones que cosecharon grandes éxitos. La más importante, la del Martin Gropius Bau en Berlín, que batió récord de visitas. También pudieron verse sus piezas en dos sedes tan originales como la antigua prisión de Alcatraz, en San Francisco, y tras las las rejas de la cárcel de Sainte-Anne en Aviñón, Francia.

El tercero de los acontecimientos artísticos del año fue el desenlace del caso Gurlitt. El octogenario alemán Cornelius Gurlitt, en cuya casa de Múnich se halló una fabulosa colección en parte robada por los nazis, murió el pasado mayo. Su colección de lienzos irá a parar al Museo de Bellas Artes de Berna, en Suiza, mientras las obras presuntamente expoliadas por los nazis seguirán en Alemania para ser restituidas a sus antiguos dueños. El caso desató además numerosas iniciativas en Alemania para devolver arte robado por el régimen nazi, que siguieron instituciones como la galería Tate de Londres o museos de Oslo o Linz.

Un evento singular fue la inauguración del retrato de la Familia del Rey Juan Carlos I, realizado por el pintor hiperrealista español Antonio López, y que tardó 20 años en llevarlo a cabo.

Continuando con la tendencia de los últimos años, 2014 fue testigo de nuevos récords en subastas: por una naturaleza muerta del español Juan Gris se pagaron 58,6 millones de dólares, mientras Portrait of George Dyer Talking, un retrato que Francis Bacon hizo a su amante, cambió de manos por 70,5 millones dólares, el precio más alto pagado nunca por un único cuadro del irlandés. Mark Rothko y Jackson Pollock, así como Gerhard Richter y Jeff Koons, dieron también titulares, pero este año las subastas se vieron opacadas por un debate muy distinto: el de la legitimidad de vender obras de arte de patrimonio público para saldar deudas de un Estado.

Nuevas sedes.

Polémica fue también la reapertura del Museo Picasso de París que, tras cinco años de obras de renovación, inauguró en octubre el presidente francés Hollande. También fue abierta la espectacular Fundación Louis Vuitton en París, construida por el arquitecto estrella Frank Gehry para albergar la colección del millonario Bernard Arnault.

Precisamente el estadounidense Gehry recibió este año el Premio Príncipe de Asturias de las Artes. El premio Turner, el más destacado del arte contemporáneo internacional, fue para el irlandés Duncan Campbell. Nicholas Serota, el director de la Tate de Londres, se convirtió en el hombre más poderoso del mundo del arte, según la revista ArtReview.

El año cierra también con polémicas y curiosidades, como la protagonizada por la escultura The Tree, de Paul McCarthy, que tuvo que ser retirada de París por su parecido con un gran juguete sexual.