La Albuera es mucha Albuera

A.S.G.
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3
Gimnástica Segoviana
0
Real Ávila
Finalizado
El escenario y la Gimnástica Segoviana superaron a un Real Ávila que llegaba con grandes sensaciones. Los azulgranas atenazaron a los encarnados, que nunca lograron estar cómodos en el partido

Era el día, pero no fue la tarde de unReal Ávila que llegaba a La Albuera con la esperanza, la ilusión y los argumentos para pensar que, esta vez sí, rompería una mala racha de resultados que le han llevado a sumar una década –desde la temporada 2008-09–  sin ganar en el campo de la Gimnástica Segoviana.  Las estadística están para  romperlas, pero deberán esperar hasta otra ocasión después de una tarde en la que el equipo de Jonathan Prado se vio superado por el escenario y el rival, simplemente mejor. El equipo que ofreció una lección magistral ante el Tordesillas no pudo con una Segoviana que supo hacer valer su campo, su calidad y su orgullo como candidato al campeonato y el ascenso en una de esas tardes en las que tenían demasiado en juego. Perder ante el eterno rival hubiera desatado la caja de los truenos en torno al equipo de Manuel González, al que dos empates en este arranque de temporada ya le habían supuesto las primeras dudas.

Son los ‘clásicos’ un partido diferente. Por rivalidad, por tensión y por calidad, la que quisieron poner desde el primer minuto de juego la Gimnastica Segoviana y el Real Ávila. Nadie quería perder, ambos querían ganar. Avisó Juli y aviso Arribas cuando aún se buscaba asiento en la grada. Qué mejor manera de empezar un partido al que ambos le tenían ganas. El vencedor saldría reforzado.  Sin Edu sobre el césped, lesionado en el calentamiento, Vila se ocupó del área. Al final terminó siendo espectador en un partido en el que los goles los pusieron Mika y Conde, que redondeó su actuación con un doblete.

No era el vasco la principal preocupación de los de Manuel González, que apretaron líneas sobre la medular. Bajaron el punto de gravedad Conde, Manu y Assier, enfrascados en ahogar a Sergio Ramos y Peli, que se perdieron entre las piernas de los segovianos.Poco a poco se fueron haciendo con el dominio del partido, aunque sin encontrar el camino al marco de Nauzez.

Lo encontraron Rubén y Calleja –minuto 22– en un dos contra uno sobre Issa. En el posterior pase atrás reculó Garretas y Assier, desde la frontal, la empalmaba desde fuera.No encontró portería. Como no la encontró Assier cuando remataba –minuto 24– en el punto de penalti un balón colgado al área. Se desnivelaba el partido a favor de la Segoviana. Quiso avisar Vila –minuto 27– con un remate al lateral de la red. La sensación de peligro nunca fue la misma.

El partido se tomo un descanso. En todos los sentidos. El parón para beber rebajó las revoluciones. Lo que era un partido de otro nivel pasó a ser un partido más de Tercera División. Demasiadas imprecisiones, pérdidas y errores. Yde uno de ellos pudo llegar el 1-0 cuando Assier, tras una recuperación de Calleja en el lateral del área, remataba fuera con todo a favor. Que no terminara en gol era lo más complicado. Se salvó el equipo de Jonathan Prado, que veía cómo los suyos habían perdido el sitio en el partido. Necesitaba el equipo de Sergio Ramos y Peli, que no encontraban el espacio ni el respiro. Sabían los de Manuel González dónde debían apretar.

Y pese a todo pudo irse el Real Ávila al vestuario por delante en el marcador cuando Facundo  se resbalaba en un saque de portería y el cuero llegaba a los pies de Rubén Ramiro, que se lanzó como una bala a la portería azulgrana. Le acompañó Vila, que se alejó de la jugada. No era lo que pedía el ‘manual del buen delantero’. Ramiro apuró la jugada y quiso ponerle el cuero al delantero, demasiado lejos del remate. En el camino apareció Anel, que vive en una eterna juventud, para cortar la jugada.

El partido estaba para decidirse por detalles. Detalles como un centro magnífico desde la banda de Arribas al corazón del área. Detalles como el error en la marca de Garretas, que no controló a Mika. Y detalles como el cabezazo del ‘9’, suave y colocado al palo, donde Nauzez era imposible que llegase. Tres detalles y 1-0.

Quedaba mucho partido –minuto 52– por delante, pero en la primera oportunidad pudo igualar el Real Ávila. Se la llevó por velocidad y ambición Rubén Ramiro. No pudieron con su zancada Manu ni Domingo. El encarnado encaró a Facundo, que desvió el remate. Al rechace llegó Vila. Estuvo tan rápido ante la ocasión como lento en la definición. Le falta chispa al vasco, que no pudo rematar.

El 1-0 desencajó al Real Ávila. Calleja y Mika –minuto 62– buscaron el segundo en una doble ocasión dentro del área. Sufrían los encarnados, superados por los azulgranas, que ampliarían el marcador en un nuevo error de los abulenses. La recuperó Conde en tres cuartos, reculó Garretas y en los metros concedidos el azulgrana encontró la invitación para un zurdazo que se colaba junto al palo, colocando el 2-0 en el 69’. Se desangraba el equipo de Jonathan Prado. Faltaba contundencia atrás y faltaba contundencia delante. Ganar ya era imposible, empatar complicado. Aún así se lanzaron a por ello. No hubo ocasiones, aunque lo intentaron.

Con el Real Ávila volcado sobre el área de la Segoviana, llegaría el 3-0. Lo evitó primero Nauzez –minuto 88– cuando le sacaba una mano a Ivi. No pudo impedirlo en el descuento, aunque estuvo a punto. Conde firmaba el doblete –minuto 91– cuando recogía el rechace a su propio disparo para hacer el 3-0 definitivo. Duro varapalo para un equipo que llegaba con ilusión y se marchó decepcionado, aunque sigue siendo el mismo equipo que ganó cinco partidos seguidos. Y no es mal punto de partida para volver a levantarse.