El último informe publicado sobre brotes epidémicos en Castilla y León, el correspondiente al pasado año, deja entre sus datos lo sucedido con los brotes de origen alimentario en la región y en la provincia. En Ávila se ve un aumento de casos, a pesar de que el número de brotes se mantiene constante en seis. De esta forma, si en 2012 el número de casos fue de 28, el pasado año se incrementó hasta 142 (24 afectados por brote) lo que deja una tasa del 84,11 por cada 100.000 habitantes.

Como era de esperar esto se traduce en un mayor número de hospitalizados, si bien la cifra sigue siendo reducida. Son diez las personas hospitalizadas por este motivo (dos en 2012), lo que supone un siete por ciento del total.

Aunque es un número bajo, sí que es uno de los mayores de Castilla y León, sólo superado por los 50 de Salamanca y los once de Segovia.

En ningún caso, ni en Ávila ni en la región, se produjo ningún fallecimiento por esta causa.

Aunque los datos no están provincializados, el informe indica que en el 57,9 por ciento de los brotes declarados el consumo de alimentos se realizó fuera del ámbito familiar y con mayor frecuencia en restaurantes y bares o en campamentos. Así, de los 30 brotes en Castilla y León 15 fueron en un hogar privado y otros 15 en restaurantes, bares y campamentos, mientras que también hubo casos en residencias de personas mayores, centros escolares y residencias de estudiantes, entre otros.

En todo caso, el alimento más implicado fue el huevo y productos de huevo, aunque con menor número de afectados y de hospitalizados que los cuatro brotes causados por consumo de pescado.

En el informe también se analizan los brotes de gastroenteritis aguda de origen no alimentario, de los que hubo ocho en la región, cinco de ellos en Zamora, pero ninguno en la provincia de Ávila, al igual que ya había sucedido en 2012. La mayoría de los casos en este apartado se produjeron en residencias de personas mayores.

En cuanto a las actuaciones, el informe de la Junta de Castilla y León indica que en cada caso se han adoptado las medidas necesarias para evitar la aparición de nuevos casos en el mismo ámbito, entre ellas con educación sanitaria y medidas higiénicas, inspección en el establecimiento implicado, aislamiento de casos, vacunación o estudios.