EEUU y Cuba retoman las relaciones tras más de medio siglo de ruptura

Agencias
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Obama y Castro anuncian un «nuevo capítulo» con la reanudación de intercambios, que se traducirán en la apertura de embajadas o la relajación de los límites comerciales o de viajes

OBAMA ORDENA EL RESTABLECIMIENTO DE RELACIONES DIPLOMATICAS CON CUBA - Foto: Alejandro Ernesto

agencias / washington
En dos declaraciones hechas al mismo tiempo, quizá para no robar el protagonismo a su partenaire, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su homólogo cubano, Raúl Castro, anunciaron ayer que ambos países retomarán las relaciones diplomáticas y económicas después de más de medio siglo de ruptura.
En su discurso, el dirigente norteamericano anunció la apertura de un «nuevo capítulo» hacia la nación caribeña y la reanudación «inmediata» de intercambios, que se traducirá en la apertura de embajadas y en la visita de altos cargos. De hecho, no se descarta que el mandatario acuda en los próximos meses a La Habana.
«Estos 50 años de aislamiento no han funcionado, es momento de cambiar de postura», subrayó Obama, que admitió que las políticas de EEUU hacia Cuba han «fracasado». «No creo que debamos que hacer lo mismo durante otras cinco décadas y esperar un resultado distinto», incidió. 
En este sentido, aseveró que Washington ha defendido durante más de medio siglo los Derechos Humanos en la isla «con la mejor de las intenciones» y recordó que, aunque el país sigue gobernado por los Castro y por el Partido Comunista, Estados Unidos ya mantiene relaciones diplomáticas con un régimen como el chino. 
El mandatario norteamericano, que tras llegar a la Casa Blanca prometió «reexaminar» las relaciones con Cuba, reconoció la «complicada historia» que arrastran los dos Estados desde que Fidel Castro llegó al poder en 1959. Además, recordó que él nació en 1961, dos años después de la victoria de la revolución y el mismo año en que EEUU comenzó un embargo comercial vigente a día de hoy. «La Casa Blanca ha decidido cortar lazos con el pasado para encaminarnos a un mejor futuro», añadió el demócrata, partidario de soltar la «carga de la historia». 
En términos prácticos, Obama anunció la reanudación «inmediata» de las relaciones diplomáticas bilaterales. Además, también habrá una relajación de los límites comerciales o de viajes y, en este sentido, el presidente explicó que los estadounidenses podrán acudir a la isla e, incluso, utilizar sus tarjetas bancarias. Los dos Gobiernos entablarán conversaciones sobre materias sociales y de seguridad como sanidad, migración y narcotráfico, entre otros temas. 
Por su lado, Raúl Castro se mostró más comedido y aplaudió que Cuba retomará las relaciones diplomáticas con EEUU, si bien «esto no quiere decir que lo principal se haya resuelto».
El histórico anuncio fue posible después de más de un año de negociaciones secretas de los dos Ejecutivos en Canadá. Los dirigentes hablaron el pasado martes por teléfono durante unos 45 minutos, tras los que acordaron dar a conocer los avances logrados, que ponen fin a las tensiones iniciadas en enero de 1961.
«Esta decisión de Obama merece el respeto y reconocimiento de nuestro pueblo», subrayó el dirigente cubano al indicar que ambos países llevaron a cabo un diálogo «al más alto nivel» gracias a la intermediación del Vaticano y del Gobierno de Ottawa. Así, se mostró consciente de que «las medidas del bloqueo han sido convertidas en ley» por el Congreso, por lo que pidió a su homólogo estadounidense que «modifique su aplicación en el uso de sus facultades ejecutivas».
Además, exhortó a Washington «a remover los obstáculos que restringen los vínculos entre los pueblos de ambos países, en particular los relativos a los viajes, el correo postal directo y las telecomunicaciones». «Proponemos adoptar medidas mutuas para mejorar el clima bilateral y avanzar hacia la normalización de los vínculos entre nuestras naciones, basados en los principios del Derecho Internacional», añadió. 
 
críticas republicanas. Sin embargo, y a pesar de que la comunidad internacional aplaudió el acuerdo, el Partido Republicano de EEUU se mostró muy crítico con el acuerdo. Así, el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, aseveró que «no hay un nuevo curso, solo una más de la larga lista de concesiones sin sentido a una dictadura que brutaliza a su propio pueblo y se alía con nuestros enemigos», subrayó. 
Asimismo, advirtió de que «esto anima a todos los países patrocinadores del terrorismo, ya que ahora tienen una idea mejor de lo que el presidente quiso decir cuando le dijo a los líderes rusos que tendría ‘más flexibilidad’ tras su reelección». 
En este sentido, sostuvo que «las relaciones con el régimen de Raúl Castro no se deberían haber revisado, ni siquiera normalizado, hasta que el pueblo cubano pudiera disfrutar de la libertad».