Por tradición, por creencia, por distraer a los niños o porque muchos son maravillosos y muy trabajados merece la pena darse un paseo por los belenes con los que cuenta la ciudad de Ávila. Cierto es que hace frío –y mucho– y a veces da pereza salir a la calle, pero para el que tenga niños en casa o familiares y amigos es una actividad altamente recomendable porque pasarán un buen rato y además, en la mayor parte de los casos, es a cubierto.

Nuevas incorporaciones llegan en un 2014 que está a punto de llegar a su fin y es que también los belenes se reinventan y más en este año en el que estamos a punto de ceder el testigo a Santa Teresa que también ha empezado a colarse en los nacimientos para que la tengamos bien presente como doctora de la iglesia que es. Pongamos como ejemplo un par de ellos, el del convento de las hermanas clarisas (calle La Luna número 3)que eso sí hay que tener en cuenta que sólo abre por las tardes (de 16 a 19,30 horas y hasta el 6 de enero). Pues bien este año cuentan como aliciente con un belén de inspiración teresiana que además se acaba de estrenar, de hecho es de los más tardíos en abrir y lo hizo tras la Misa del Gallo. Las hermanas cuentan con más de 300 belenes y acaban de incorporar algunos cedidos por conventos carmelitas de la ciudad.

También hacen un guiño a Teresa desde la residencia Santa Teresa Jornet (calle Empedrada, 2) y lo hacen con nuevas incorporaciones salidas de las manos de las religiosas que han creado de forma fidedigna y preciosista edificios emblemáticos de la vida de nuestra Santa. Es uno de los nacimientos más apreciados por los abulenses y es que se nota la experiencia que tienen en la residencia para crear con poliespán, yeso, escayola o papel de periódico verdaderas joyas para dar vida a sus nacimientos. Un gusto ver como recorren la vida de la Santa a través de sus edificios teresianos (para verlo de 10,30 a 13,30 y de 16,30 a 19,30 horas, excepto en horas de misa y los domingos sólo de 10,45 a 11,45)).

El Cites también es un buen lugar de paso en estos días vacacionales y es que entre sus paredes atesoran 600 misterios y 130 de ellos son nuevos, el ambiente navideño y de paz que se respira es otro de sus alicientes y el visitante siempre es bienvenido. Está abierto hasta el 15 de enero de 11 a 13 y de 17 a 19, ideal para ir con niños, cuidadosos, eso sí.

El Ayuntamiento por su parte ha tenido la buena idea de mantener su belén a cubierto, en el Episcopio y por segundo año consecutivo. Cien figuras le dan vida y se puede observar de 12 a 14 y de 18 a 21 horas, salvo el 5 de enero que abre sólo por la mañana y el 31 de diciembre que por la tarde cierra una hora antes.

Interesante es el belén de Diputación que abre de lunes a domingo de 12 a 14 y de 17 a 20 y lo es porque en cierto modo te transporta en la visita a la provincia de Ávila y a sus paisajes de riscos y de castillos, de casas de pueblo humeantes... como no podía ser de otra forma dado que es la casa de los 248 municipios de los que se compone Ávila.Destacables los elementos con agua, las figuras en movimiento y también que se ubica en el precioso patio del torreón de los Guzmanes.

Otra visita imprescindible porque es nueva en la ruta: la del palacio de Polentinos porque el Archivo Militar y Museo del Cuerpo de Intendencia de la calle Vallespín exhibe por primera vez un belén y lo sitúa en un horno de pan que se utilizaba a finales del siglo XIX para las campañas militares. Vale la pena pasarse por Santo Tomás,por San Vicente o por San Pedro Bautista que también tienen buenas creaciones.

Visita  necesaria porque habitualmente está cerrada es la ermita de San Martín que abre para la ocasión y para exhibir su ‘cuidado y artesanal nacimiento’ que se expande por 24 metros cuadrados de escenario. De 17 a 20 de lunes a viernes y los sábados y domingos de 11 a 14 y de 17 a 20 horas.

También recomendamos una parada por el Obispado de Ávila, pero ahí con menos prisa, ya que está expuesto todo el año.