"Es el momento más difícil del Real Ávila, pero si te piden una mano, hay que echarla"

A.S.G.
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Luis Ortega, entrenador del Real Ávila, regresa al Adolfo Suárez para ocupar por primera vez el banquillo encarnado con la «única obligación de subir sí o sí» a Tercera División

• Recuperar la presencia de jugadores abulenses en el equipo así como ilusionar a la afición, algunos de los retos que se marca Luis Ortega en su nuevo proyecto.

Pronto, tarde, «da igual», lo que es cierto es que «la oportunidad me llega ahora», y Luis Ortega está dispuesto a poner todo de su parte para que su paso por el banquillo del Real Ávila sirva para que el equipo logre el que es su gran reto y objetivo, el ascenso a la Tercera División. No lo tendrá fácil. «Llego en el peor momento posible, pero la vída es para valientes y si me piden ayuda, hay que echar una mano, ayudar y trabajar».Es el compromiso que ha llevado nuevamente a Luis Ortega a la que fue su casa, el Adolfo Suárez, en un regreso que en este caso le colocará en un banquillo en el que «quizás lo que haya dicho o hecho en alguna ocasión» le ha impedido su llegada mucho antes. Sin embargo las puertas se le abren en estos momentos no sólo para conseguir ser el entrenador que en lo deportivo permita al equipo recuperar «lo perdido» sino incluso ser el eslabón que ayude a recuperar las relaciones perdidas con otras entidades deportivas, la importancia de la cantera en el proyecto encarnado y el entusiasmo de una afición «a la que el equipo y el juego que hagamos debe servir para ilusionar».

Fueron algunas de las reflexiones que Luis Ortega, nuevo entrenador del Real Ávila, dejó sobre la mesa en la tertulia de La Jornada de La 8 de Ávila, donde dejó claro que su labor en el nuevo proyecto encarnado –este martes se hará efectiva la compra del club por parte de JuanRodríguez y Javier Pindado– se traducirá única y exclusivamente en el primer equipo. «Seré el responsable del primer equipo, ni más ni menos», y tiene claro que la ejercerá junto a César como preparador físico y Alberto Leal como delegado del equipo. «El primer equipo será mi responsabilidad y no admitiré injerencias» advirtió el entrenador abulense.

Abre una nueva etapa en su carrera. Después de 16 años como jugador del Real Ávila, 33 como entrenador del Diocesanos y tres temporadas como entrenador de la Cebrereña, con la que consiguió dos ascensos a la Regional de Aficionados, se enfrenta a un nuevo reto. «Lo fácil hubiera sido decir que no, pero los sentimientos son los que son» reflexionaba una persona que no duda en hablar claro cuando llega el momento. Por eso tiene claro que algo así –por el descenso– «se veía venir desde hace mucho tiempo». Pero «no es momento de hablar de lo pasado» sino de pensar en un presente donde la obligación «es subir sí o sí».Un reto que «no me asusta».Y para ello va a volver la mirada a la cantera de Ávila. «En Ávila hay cantera, de ella se ha tirado mucho tiempo, pero ha faltado estos años un entrenador que sacara a jugar a los de Ávila». Por ello ya se ha puesto en contacto con jugadores de confianza pero también con los responsables de los clubes abulenses, algunos de los cuales, como AntonioBlázquez de la Casa Social Católica, «me van a ayudar a conseguir jugadores». Una situación con la que pretende superar las «envidias» que durante tiempo han impedido lo que parecía un movimiento natural y era el paso de los jugadores desde la cantera abulense al Real Ávila.

Tiene claro que durante mucho tiempo «se apostó por jugadores de fuera».Fue precisamente de su mano «y de la Cebrereña, lo que permitió recuperar jugadores que de otro modo hubieran acabado jugando en el Pedro Pascual».

Por delante queda aún un largo verano en el que hablar y contactar con jugadores, una pretemporada que arrancará previsiblemente el 2 de agosto y media docena de amistosos con los que ir engranando un equipo «que tiene que ilusionar, que devolver la esperanza a una afición que es sufrida pero fiel» y entre la que deben estar presente todos aquellos veteranos «que deben volver al Real Ávila, pero que se han distanciado del club porque ninguna directiva se ha preocupado por ellos».