Los fallecidos tenían vinculación con seis localidades abulenses

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Los nueve muertos eran vecinos de Ávila (4), Navaluenga, Navalosa, San Juan de la Nava, Navarredondilla y Arganda del Rey

Los bomberos, actuando en el lugar del siniestro, recuperando los cuerpos de los fallecidos. - Foto: EFE

Los nueve fallecidos en el accidente ocurrido en la mañana de ayer en la N-403, en el término municipal de Tornadizos, eran vecinos de Ávila (4), Navaluenga, Navalosa, San Juan de la Nava, Navarredondilla y de la localidad madrileña de Arganda del Rey, aunque los cuatro que figuran como residentes en la capital abulense tenían una estrecha vinculación con Villanueva de Ávila (2) y Navatalgordo (2).

En una jornada de datos confusos y llamadas para localizar a los viajeros que no estaban controlados, hubo que esperar hasta las nueve de la noche para que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León facilitase los datos de filiación de las personas que murieron en el siniestro, una vez que el forense procedió a su identificación durante toda la tarde.

Dos de los fallecidos son Berta Erica Collado Zamora, de 64 años, y su hijo Jorge Luis Allende Collado, de 47 años, ambos vecinos de Ávila, de origen chileno y con una estrecha relación con Navatalgordo.

También se encuentran entre las víctimas Martín Garrido Jiménez, de 60 años, y su hija Beatriz Garrido Altolaguirre, de 33 años, vecinos de Ávila aunque repartían gran parte de su tiempo en Villanueva de Ávila, según confirmó el alcalde, Pedro García.

Desde que se tuvo conocimiento del accidente, Navaluenga estuvo en vilo ante la falta de noticias de unas de sus vecinas, Consuelo Pérez, que finalmente se confirmó como una de las fallecidas. De 70 años, Consuelo vivía sola desde hacía varios años en una casa de alquiler en Navaluenga.

De Navalosa llegó otra de las malas noticias. Uno de sus vecinos de «toda la vida», Juan González Herranz, de 77 años y soltero, había sido agricultor y también tuvo algo de ganado, según relataba el alcalde, Dionisio Martín.

San Juan de la Nava también se vio golpeado por la tragedia. Gerardo Yusta Yuste, de 78 años, está entre las víctimas. El alcalde, Carlos Díaz, explicaba que estuvo trabajando en el extranjero y que, ya jubilado, regresó al pueblo.

Navarredondilla también está de luto. Una de sus vecinas, Beatriz Pérez, de 45 años, falleció en el accidente de autobús. Viajaba con su madre, Julia, que está hospitalizada en Salamanca, de ahí que la confirmación de los peores augurios llegara como un «jarro de agua fría» a la pequeña localidad, donde residían algunos de sus familiares y que ha decretado tres días de luto oficial, apuntó el teniente de alcalde Juan José Rodríguez.   

La última de las víctimas mortales era Antonio Rafael Albarrán Olmos, de 79 años, vecino de la localidad madrileña de Arganda del Rey pero, al parecer, con vinculación también en Navarredondilla.

La Catedral de Ávila acogerá este jueves (19,00 horas) un funeral conjunto oficiado por el obispo de Ávila, Jesús García Burillo.

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