Kimi Raikkonen, que terminará esta temporada su etapa en Ferrari después de que el equipo italiano anunciara esta misma semana su salida, se reivindicó ayer en los entrenamientos libres del Gran Premio de Singapur y fue el más rápido de la jornada.

El finlandés, que reconoció a su llegada a la ciudad-estado asiática que la salida de la ‘Scuderia? no había sido decisión suya y que se la habían comunicado en el circuito de Monza hace apenas 15 días, tuvo una pequeña satisfacción al ser el más rápido en la noche de Marina Bay. El que fue el último campeón mundial de la escudería Ferrari, en 2007, y que la próxima temporada será piloto de Alfa Romeo Sauber ‘voló’ cuando todos buscaban mejorar sus tiempos con el neumático hiperblando en la segunda tanda cronometrada.

Su registro de 1,38,699, mejoró en 11 milésimas al del actual líder del Mundial, el británico Lewis Hamilton (Mercedes), pero fue suficiente para quedar en la cima de la tabla de registros al final de los ensayos. No pudo emularle su compañero de ‘box’, el tetracampeón Sebastian Vettel, que cometió un error en la curva 21 durante su vuelta de calentamiento y golpeó el perfil derecho de su monoplaza, lo que dio al traste con el resto de la sesión para él.

Un tropiezo para el germano, que necesita reaccionar en Singapur si quiere seguir peleando el título con Hamilton, que le saca 30 puntos de ventaja en el Mundial. Afortunadamente para los intereses del alemán, el viernes es el mejor día de un Gran Premio para tener un desliz, ya que no hay nada en juego.

Si los Ferrari están llamados a ir fuertes en Marina Bay, también los Red Bull demostraron serlo en la primera toma de contacto con el trazado urbano y nocturno de Marina Bay, que estuvo copada por sus dos pilotos, el australiano Daniel Ricciardo y el holandés Max Verstappen, con el primer y el segundo mejor tiempo de la primera sesión. En la segunda, fueron tercero (Verstappen) y cuarto (Ricciardo).

El error de Vettel permitió al español Carlos Sainz (Renault) escalar hasta la sexta posición, en una jornada positiva para el madrileño, que fue séptimo en el estreno de los entrenamientos en Singapur, ofreciendo buenas sensaciones en el circuito en el que marcó el mejor registro de su carrera en la Fórmula Uno: el cuarto lugar de la temporada pasada.

Su compatriota Fernando Alonso (McLaren) quedó octavo en los registros finales del día, pero lo esperable es que su puesto real en la parrilla esté por debajo del otro Renault, el que pilota el alemán Nico Hülkenberg, y los dos Force India. Pese a todo, el asturiano sabe que está ante su mejor oportunidad de conseguir un gran resultado esta temporada.