EL déficit de inversiones ha tenido una clara repercusión en el desarrollo económico de la provincia, en su situación laboral y en la industria de Ávila, un sector con un peso demasiado débil como para impulsar la competitividad, tirar de la creación de empleo y ayudar a fijar población. En este análisis han coincidido agentes económicos y sociales de Ávila y Castilla y León y también buena parte de las fuerzas políticas durante los últimos años, en el marco de un panorama nada halagüeño que se ha visto agravado por la crisis –con numerosos ERE, cierre de empresas y falta de dinamismo económico– y también por la paralización de nuevas infraestructuras, lo que ha impedido la tan demandada mejora de las comunicaciones en el ámbito del transporte. 

 

Pero para evitar que la visión de que Ávila arrastra un déficit de tejido industrial pudiera quedarse en una mera opinión, los datos de la Encuesta Población Activa (EPA) publicados por el INE hablan a las claras de un desplome en el empleo en el sector industrial desde el inicio de la crisis en la provincia, describiendo una situación de dificultad que, sin actuaciones concretas, no parece que vaya a poder revertirse por sí sola. 

 

Según la última EPA, correspondiente al primer trimestre de 2016, la provincia de Ávila acumula 4.400 ocupados en el sector de la industria, lo que supone apenas el 7,8% de todos los ocupados registrados como tal en Ávila en ese periodo, hasta 55.900. 

 

 

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