El tacógrafo revela que el conductor del bus escolar circulaba a mayor velocidad

diariodeavila.es
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Tras las declaraciones, la Fiscalía y las acusaciones particulares se ratificaron en las penas solicitadas. La defensa pidió la absolución del conductor. El juicio quedó visto para sentencia.

El tacógrafo revela que el conductor del bus escolar circulaba a mayor velocidad

 
El tacógrafo del autobús escolar que sufrió un accidente en Villanueva del Aceral el 23 de febrero de 2012, en el que murió una estudiante de 16 años y hubo nueve heridos, revela que el conductor circulaba a mucha más velocidad de la permitida. El autobús cubría la rura Muñosancho-Arévalo.
Así lo evidenciaron los informes periciales que en la sesión de este martes fueron expuestos por parte de los guardias civiles que interpretaron el tacógrafo y por el número de la Benemérita que instruyó el informe del dispositivo y que reconstruyó la ruta que realizó el conductor procesado y al que la Fiscalía y las acusaciones particulares le imputan un delito de homicidio por imprudencia grave y otros nueve de lesiones por imprudencia grave.
Así, el informe técnico de la Guardia Civil de Tráfico sobre el accidente advirtió una conducción «negligente y temeraria» por parte G. F. V., según manifestó uno de los agentes que declaró este martes en el juicio que quedó visto para sentencia a las 19,30 horas, después de una sesión larga de más de ocho horas de duración. Según dicho testimonio, la velocidad era «excesiva» tanto para el vehículo, como para la vía, ya que un autobús escolar por la carretera que une Muñosancho y Arévalo no debía superar los 70 kilómetros por hora y este cuirculó a 97 kilómetros por hora en la mayor parte del trayecto.
El número de la Guardia Civil precisó que el conductor parecía ir «distraído» puesto que «no absorbía» las indicaciones de la señalización, tanto vertical como horizontal y no adoptó decisiones en consecuencia. Es decir, que a pesar de que la limitación de velocidad antes de llegar al cruce de la AV-800 con la CL- 605 era de 70 y después de 50 kilómetros por hora, no redujo la marcha. No obstante, la Guardia Civil ratificó que el chófer fue en todo momento «consciente» de la ruta, puesto que controlaba la dirección, por lo que a preguntas del fiscal negó que hubiera podido quedarse dormido. También descartaron que el conductor sufriera algún tipo de deficiencia o incapacidad física que pudiera haber influido en el accidente. El estudio del tacógrafo, que dos agentes expusieron por videoconferencia, puso de manifiesto que la deceleración del autobús comenzó solo seis segundos antes de producirse el accidente y únicamente se registró un segundo de frenado. Antes de esa circunstancia, la velocidad era de 92 kilómetros por hora, y la última velocidad registrada fue de 88 kilómetros por hora. Además, los agentes de Tráfico autores del informe técnico afirmaron que no quedó señal alguna de frenado.