El baile ya ha empezado y Madrid ha sido una de las primeras pistas. De hecho, apenas se terminaba el recuento de las elecciones regionales del pasado domingo, la aspirante popular a la Comunidad y ganadora de las elecciones autonómicas, Cristina Cifuentes, ya determinaba que si Ciudadanos quisiera, ella no tiene «ningún problema» en intentar llegar a un acuerdo «estable» con ellos para gobernar en la región, ya que el PP perdió la mayoría absoluta, aunque sí aclaró que descarta que ellos sean los que puedan liderar un Gabinete, dado que su apoyo ha sido minoritario.

Cifuentes, que supero en 5.000 votos a la candidata de su partido a la Alcaldía de Madrid, Esperanza Agurire, habló la misma noche del domingo con su homólogo socialista, Ángel Gabilondo, que la llamó para felicitarla, y explicó que con el aspirante de Ciudadanos, Ignacio Aguado, todavía no lo había hecho, pero era una tarea que realizaría «a lo largo del día».

«Le explicaré un poco nuestros planteamientos y también esperaré que él nos diga qué proyectos o intenciones tiene, qué es lo que piensan hacer: si van a respetar esta mayoría y si quieren sentarse a hablar sobre el programa. Si ellos quieren, yo no tendría ningún problema en intentar llegar a un acuerdo estable con Ciudadanos», apuntó la exdelegada del Gobierno de Madrid.

Preguntada sobre si aceptaría un Ejecutivo de coalición presidido por Ciudadanos, Cifuentes indicó que lo descarta porque el PP «ha obtenido el apoyo de un millón de madrileños» y «no tendría ningún sentido plantear un gobierno liderado por Ciudadanos, que ha tenido una representación parlamentaria considerablemente más pequeña».

 «No tenemos la mayoría suficiente y tenemos que llegar a acuerdos. Tenemos que acostumbrarnos a gobernar en minoría y llegando también a acuerdos puntuales. Yo, desde luego, estoy dispuesta a hacerlo», aclaró.

Sobre con quién va a pactar, indicó que «en principio», ha abierto «la posibilidad de que cualquier formación pueda o bien formar Gobierno, o bien que nos dejen a nosotros formar ese Gabinete mediante algún tipo de acuerdo de legislatura o acuerdo puntuales», explicó, sin descartar a ningún socio ni ninguna forma de alianza, aunque reconoció que «con aquellos partidos con los que hay más afinidad ideológica es más fácil que pueda haber acuerdos puntuales».

«Yo, de momento, lo que quiero es hablar con todos, ver cuál es su planteamiento y a partir de ahí llegar a construir un Gobierno. Una mayoría estable sería lo más positivo, pero habrá que ver si el resto de los partidos van a respetar que el partido más votado pueda formar gobierno», indicó.

Los otros se dejan querer. Por su parte, el futuro presidente del Grupo Parlamentario de Ciudadanos en la Asamblea capitalina, Ignacio Aguado, manifestó que es momento de «diálogo y acuerdos» con todas las fuerzas que asuman sus líneas rojas.

Así lo señaló tras la comparecencia de Albert Rivera, quien manifestó que «Ciudadanos no va a estar en Gobiernos que no encabecen» ni apoyarán Ejecutivos que «ejerzan el poder de la misma manera que hasta ahora».

Tras destacar que ayer era momento de disfrutar del éxito conseguido en Madrid, Aguado reseñó que es «momento de consensos con todas las fuerzas», ya que entiende la política como «un juego de sumas».

El tercero en discordia en la pista de baile es Gabilondo, quien ha pasado en pocos meses de ser un candidato sin carné del partido a poder gobernar la Comunidad si finalmente C’s no apoya un Gobierno del PP. Eso sí, la cuadratura del círculo aquí sí que se complica, ya que tendría que optar por un tripartito.

Aparte de insistir en que su voluntad es cambiar el Ejecutivo de Madrid después de 20 años «a voto limpio», para cambiar las políticas y la forma de gobernar la región, condicionó en todo momento los pactos a su programa, bajo el lema de Soluciones justas, y a la defensa de las «políticas públicas», los «servicios públicos», las «instituciones justas» y el «deber cívico».