Cinco años sin el mayor terrorista de la Historia

EFE
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La eliminación de Bin Laden es el éxito más notable de la política de seguridad de Obama

Ayer se cumplieron cinco años de uno de los grandes hitos de la Historia más reciente. El presidente de EEUU, Barack Obama, consiguió acabar con la vida de Osama bin Laden en un solo golpe, consolidándose así como el comandante en jefe y templar las críticas a su política antiterrorista.

Tras aquella victoria contra Al Qaeda, ejecutada no sin contratiempos por un grupo de los efectivos cualificados la noche del 2 de mayo de 2011 en Pakistán, el mandatario norteamericano eliminó de golpe la posibilidad de que se utilizase su estrategia contra el grupo terrorista como arma política.

Bin Laden, líder de Al Qaeda y artífice de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EEUU, murió de un tiro en la operación ejecutada por 23 miembros de las Fuerzas Especiales de los Navy Seal transportadas subrepticiamente en dos helicópteros antiradar.

De esta forma, Obama recordó ayer que el momento más tenso fue cuando uno de esos dos aparatos, parte de un programa secreto, impactó contra el muro de la guarida de Bin Laden en Abbottabad, Pakistán, y quedó inservible.

El presidente, sentado en la Situation Room, la sala para reuniones en el sótano de la Casa Blanca, explicaba que nada más llegar se encontró con que la operación había comenzado con mal pie.

Ese contratiempo pudo contemplarse en las caras de los que asistían en directo a la operación, entre ellos la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton; el secretario de Defensa, Robert Gates, y la plana mayor de inteligencia.

Las agentes habían preparado hasta el más mínimo detalle la operación, que debía desarrollarse sin conocimiento de las autoridades de Pakistán y adentrarse en Abbottabad, una ciudad de vacaciones, un puesto militar de gran importancia y hogar de la mayor academia castrense del país.

Habían vigilado con drones y satélites la fortificada estructura de la mansión que Bin Laden compartía con esposas e hijos, habían construido un modelo a escala real y habían ensayado una y otra vez cada uno de los movimientos para capturar al líder terrorista. Pero, según apuntó Obama, no habían tenido en cuenta que los cambios de temperatura en un espacio cerrado aumentaban las posibilidades de perder el control en el aterrizaje.

No obstante, la operación continuó y a los nueve minutos uno de los miembros de los Navy Seal localizó a Bin Laden en el tercer piso y lo mató de un certero disparo.

La Agencia Central de Inteligencia señaló, por su parte, que a los 40 minutos los agentes abandonaban aquella guarida con su cadáver y numerosa documentación.

Cinco años después, Obama mantiene que el mundo es más seguro sin Bin Laden y que la decisión de ejecutar la operación, por la que él se inclinaba desde el inicio, fue acertada. Además, la muerte del mayor terrorista de la Historia templó las críticas de algunos republicanos que tachaban la política del dirigente contra el islamismo radical de poco resolutiva.