La visita del rey Felipe VI a Ávila dejó patente el apoyo de la Casa Real al Año Jubilar Teresiano puesto que la primera parada del monarca fue la iglesia de La Santa donde precisamente se encuentra la Puerta Santa que posibilita a ganar al Jubileo. El propio Felipe VI, tras saludar a todas las autoridades civiles y eclesiásticas presentes, atravesó esta puerta para entrar al interior del templo donde pudo saludar a la comunidad de Padres Carmelitas formada en estos momentos por seis frailes y encabezada por el prior, David Jiménez. Una vez dentro de la iglesia y según relató el propio prior fue por el pasillo central hasta la zona del altar donde se había colocado una mesa con reliquias. Se trataba del dedo de Santa Teresa y del bastón de la Santa, en este caso el original y no la réplica que hizo la peregrinación en el V Centenario del nacimiento de Santa Teresa y que era conocida por el monarca. Desde la comunidad carmelita se aprovechó para hablarse sobre Santa Teresa y explicar que la iglesia está sobre la Casa Natal de la mística abulense, aunque explica David Jiménez que Felipe VI ya tenía conocimiento puesto que recordaba que había acudido de pequeño con el colegio. No es el único recuerdo de niño que tiene de la ciudad de Ávila puesto que también se acordó de la misa «espectacular» que tuvo lugar en el Lienzo Norte de la Muralla durante la visita de Juan Pablo II.