El inicio de la temporada en el grupo VIII de Tercera División está a la vuelta de la esquina. Apenas restan 24 horas para que el balón comience a rodar y con ello las ilusiones de dos equipos y dos aficiones que arrancan con no pocas esperanzas de alcanzar retos ambiciosos en cada caso. Porque si en el Real Ávila esta temporada no se oculta que la fase de ascenso es el verdadero objetivo de la temporada, en la Cultural Deportiva Cebrereña aspiran a conseguir la permanencia en una categoría que, hasta la fecha, se les ha resistido. Y todo ello, y en ambos casos, con las sensaciones previas que ha dejado una pretemporada que llama a confiar en que es posible.
Arranca una nueva temporada para el Real Ávila –su 39ª en la Tercera División y la undécima consecutiva en la categoría– y lo hace con un proyecto totalmente nuevo, ambicioso y que, esta vez sí, parece que ha calado entre los aficionados gracias a una propuesta renovada desde la misma dirección del banquillo. Después del fracaso de la pasada campaña, en la que el equipo de José Luis Diezma quedó décimo después tras una temporada en la que el proyecto encarnado estuvo lastrado por decisiones controvertidas desde el mismo momento de su construcción, la dirección del club decidía dar un cambio desde la misma figura del entrenador.
José Luis Diezma ha dejado paso a Francisco Sánchez ‘Kiko’, que regresa de nuevo al fútbol abulense con un objetivo claro, llevar al equipo a los playoffs. Sin tapujos ni medidas tintas. Un compromiso que, esta vez sí, la grada ha entendido como propio de un club histórico como el Ávila, más allá de que será la competición la que, con el paso de los meses, sitúe a los encarnados donde verdaderamente merezcan. Pero para ello el club que dirige David Rueda ha dado un vuelco de 180 grados para la confección de una plantilla que, dentro de las limitaciones económicas de un club que ha cumplido este verano -7 de agosto- 90 años, no sólo parece capacitada para alcanzar los objetivos marcados sino que gusta, y mucho, entre el respetable del Adolfo Suárez. Y eso, a veces, es lo más importantes.
A Pindado, José María, Cabrera, Llorián o Vicente, el equipo abulense ha encontrado, precisamente, sus mejores refuerzos en la plantilla con la que José Luis Diezma hiciera subcampeón al equipo encarnado en la 2011-2012 y que desechara por diversos motivos –deportivos, económicos y personales- ese mismo verano. Han regresado Emilio, Cabezudo, Trujillo o Pito junto a ‘pesos’ pesados que nunca debieron marcharse como Barrera o Piru. Un grupo que, junto a las incorporaciones de Villa, Quirós, Cueto o Javito, y salpicados de jóvenes abulenses que intercalarán el primer equipo con el nuevo filial, El Tiemblo, hacen de los encarnados un claro candidato a los playoffs. Mucho más si, como se perfila, Rui acaba recalando en el equipo encarnado definitivamente.
Todo ello con un juego que, al menos hasta la pretemporada, ha dejado grandes sensaciones. No es sólo una cuestión de goles. Desde el inicio de su etapa Kiko Sanchez marcó que la pauta debía ser un juego «serio, contundente, eficaz, vistoso, agradable, divertido e intenso». Cuestiones que, por una u otra razón, no se vieron la pasada campaña. Pretensiones interesantes que por lo pronto se están cumpliendo tras un verano en el que el técnico salmantino ha comenzado a imprimir sus ideas en una plantilla con fondo de armario suficiente como para aguantar el envite de la temporada.
Y si el Real Ávila mira a los playoffs la Cultural Deportiva Cebrereña mira a la permanencia en su cuarta temporada en Tercera, una pelea que, para los de El Mancho, se ha convertido en una cuestión de ‘honor’. Porque hasta la fecha los verdiblancos nunca han conseguido la continuidad en una categoría que se les resiste.
Las aspiraciones «pasan por mantener la categoría». Así afronta Pepe García su tercera temporada al frente del equipo cebrereño, un proyecto deportivo puramente abulense que naciera en la 2011-2012 con la llegada del que fuera segundo entrenador de José ‘Chino’ Zapatera al banquillo de El Mancho. Entonces cogía al equipo tras su descenso desde Tercera con el objetivo de recuperar la categoría. Confió García en el fútbol abulense y a las puertas del ascenso se quedó en su primer año. Lo firmó el pasado (2012-2013) gracias no sólo a la confirmación y crecimiento del bloque sino con la llegada de futbolistas como Piru –este año de nuevo en el Real Ávila– o David Terleira, cuyos 28 goles fueron el mejor aval de un equipo que ha sabido conservar de nuevo el bloque de jugadores –se han marchado Barrera, Piru y Finidi, retirado– pero que de nuevo ha querido confiar en los de casa.Han incorporado a Coro (ex del Diocesanos), David Franco (ex jugador del Zona Norte, Real Ávila y La Granja) y podrían llegar otros futbolistas de la cantera abulense como Tito (Diocesanos) y Alberto (Zona Norte).
Todo ello para buscar que la Cebrereña consiga lo que hasta ahora se le ha resistido, la permanencia. «Es el objetivo y en ello estamos, el equipo debe creer que es posible» señala Pepe García en una temporada en la que sujetar los puntos en El Mancho será esencial.
Será importante El Mancho, pero no mucho menos su trío atacante. Javi Pérez, Aitor y David Terleira parten como las principales figuras de un equipo en el que el delantero cebrereño (23 años) está dispuesto a seguir creciendo. Atrás quedaron aventuras en equipos de mayor entidad pero más impaciencia. Después de sus 28 goles en Regional nadie puede dudar de que un buen año del ‘9’ culturalista puede allanar, y mucho, el camino. Este sábado comenzarán a andarlo. Hay ganas ya entre los cebrereños de que el balón empiece a rodar.
Mañana, con la edición impresa, 'El Grupo VIII, uno a uno'. Nuestro particular análisis de los rivales del Real Ávila y la Cebrereña