Once partidos le quedan al Real Ávila esta temporada, once finales para muchos jugadores, once exámenes para un vestuario que ha colmado la paciencia en los despachos del Adolfo Suárez. Una victoria en las últimas 16 jornadas disputadas, el empate de este fin de semana ante el Burgos Promesas 2000 pero sobre todo la incapacidad de reacción de los jugadores tras el cambio de entrenador han sido definitivos en el toque de atención y la postura que no van a dudar en tomar en el club a partir de ahora. Porque en el seno del Real Ávila tienen muy claro que «quien quiera ganarse la renovación, el que quiera tener opciones a seguir en este proyecto deberá demostrarlo a partir de ahora».Así se afirma en los pasillos de un estadio donde ha sentado especialmente mal no sólo el resultado del equipo en Castañares sino la actitud que desde hace tiempo se viene apreciando en algunos de los futbolistas. Once reválidas aunque una decisión prácticamente tomada, habrá renovación de la plantilla.