Teatro de primera para abrir una nueva Cátedra Santo Tomás

David Casillas
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La obra 'La lengua en pedazos', de Juan Mayorga, volvió a este foro de reflexión sobre temas de actualidad relacionados con la cultura y la religión seis años después de haber nacido en él

La lengua en pedazos, obra de teatro escrita por el dramaturgo de origen abulense Juan Mayorga que en los últimos años ha conseguido un grande y merecido éxito a nivel nacional e internacional (además de sumar muchas representaciones en Europa, Israel e Iberoamérica logró el Premio Nacional de Literatura Dramática en 2013), regresó a Ávila en todo su esplendor, al escenario espiritual (no al físico) en el que nació hace seis años en forma de lectura dramatizada para inaugurar la Cátedra Santo Tomás que se centró en el tema de la laicidad en España, como cerrando así, con la inauguración de una nueva edición de este foro de reflexión y debate que en este caso está dedicado a la mística abulense, un círculo lleno de simbolismo en cuyo tránsito no ha hecho sino crecer.

Juan Mayorga, que en aquella ocasión actuó como el provincial que fiscaliza los movimientos y pensamientos de Teresa de Jesús, ejerció ayer como director de la obra (labor en la que se estrenó hace un par de años precisamente con este texto), sacando lo mejor de los dos actores que protagonizan la pieza teatral, Clara Sanchis en el papel de Teresa de Jesús y Daniel Albaladejo en el de inquisidor.

En este texto teatral que creció del germen de la lectura dramatizada de 2009, enriquecimiento en todos los sentidos de la obra que Juan Mayorga trabajó porque «la experiencia me hizo pensar que la idea primera podría tener mucho mayor desarrollo», el dramaturgo destaca fundamentalmente los aspectos que más le interesan de la figura de Teresa de Jesús, que son por un lado «su faceta de escritora, de artista llena de sensibilidad», y por otro la de «ser una mujer de acción, de coraje, que es capaz de defender su mundo propio a pesar de tener tantas cosas en contra, de ser una mujer en un tiempo de hombres sobre la que además pesaba la condición de un linaje sospechoso».

En la obra, que al mismo tiempo que se mantiene viva en España está ahora mismo siendo representada en Chile y en Brasil, Mayorga presenta al espectador, con una gama de matices que la llenan de relieve y la hacen muy rica, a una mujer «de cuerpo frágil y voluntad férrea, contemplativa y de acción» que se muestra como «un personaje a contracorriente» que fascina por su fuerza, su inteligencia y su voluntad.

El inquisidor que quiere torcerle sus intenciones y llevarla por el camino de su amenazante ortodoxia –y en la fuerza de sus argumentos contra la monja humilde y rebelde está el valor de las razones con los que Teresa los rebate– se encuentra frente a una mujer decidida y segura que, con sus razonamientos y su fuerza, desarma su panoplia de argucias pobres pero poderosas para alguien que se hubiese dejado amedrentar por la presión del poder dominante.

Sanchis y Albaladejo, entregados y muy atentos a desarrollar con excelente oficio su labor en un escenario hermoso pero que era difícil, levantaron dos personajes ricos, llenos de relieve y contradictorios, que mantienen viva la atención del espectador y consiguen que vea como algo nuevo, orlado de más valor, hechos ya conocidos.

Una representación teatral de lujo para inaugurar una cita que es ya una seña de identidad cultural  de la ciudad de Ávila, gracias a la labor de intelectuales grandes y generosos como Marcos Ruiz, Reyes Mate, Felicísimo Martínez y, como no, Juan Mayorga.