El Ayuntamiento de Ávila se enfrenta a un panorama inédito en el que los pactos serán necesarios para que pueda tener un funcionamiento dentro de la normalidad que necesita una administración como esta. Acostumbrado el Partido Popular a gobernar con la mayoría absoluta desde 1991, ahora se queda con la mayoría simple que le otorgan los 9 concejales que le dieron las urnas el domingo, su peor resultado de siempre, tras un retroceso de cinco concejales y a cuatro de los 13 de la mayoría absoluta.
Además de a la organización interna del Ayuntamiento, que tendrá que salir de un Pleno de Organización para el que se tendrán que intensificar las negociaciones con el fin de poner en marcha al Consistorio a partir del 13 de junio, fecha de la constitución del mismo, el resultado del pasado domingo afecta de lleno a la composición de la Junta de Gobierno Local y comisiones, los órganos que determinan las decisiones más importantes del Ayuntamiento, que en otras ocasiones estaban dominadas completamente por el Partido Popular, pero que ahora quedan en el aire en cuanto a su composición se refiere.
«Con 9 concejales no se puede ir demasiado lejos», reconoce un miembro del Partido Popular, que sabe que su partido «tendrá que negociar, negociar y negociar» para afrontar un panorama «complicado, muy complicado, en el que todo se va a tener que pactar. Hasta los kilómetros del coche oficial», dice a modo de ejemplo, un tanto extremo.
Pacto de gobierno o acuerdos puntuales
¿Pero con quién pactará el Partido Popular, si es que quiere gobernar, claro? ¿En caso de que sí quiera, será un pacto de gobierno o para acuerdos puntuales? La situación para un equipo completamente renovado, en los que solo un tercio de los 9 ediles tienen experiencia en la corporación anterior, y además en apartados de los llamados ‘amables’ (servicios sociales, cultura y turismo), lejos de los núcleos ‘duros’ de la política, se presenta, como se comentaba en la misma noche electoral «peliaguda», algo asustados en estos momentos porque «el Ayuntamiento puede ser ingobernable», según se aseguraba en los corrillos populares en la noche del pasado domingo.
A expensas de si las direcciones nacionales de los correspondientes partidos, especialmente las del Partido Popular y Ciudadanos, marcan alguna directriz común para los lugares en los que son necesarios los pactos, que son prácticamente en todos los grandes ayuntamientos, las opciones de pactos en el Ayuntamiento de Ávila son varias. En este sentido, el propio líder nacional de C’s, Albert Rivera, Albert Rivera, ha subrayado este lunes que su partido no va a formar parte de gobiernos que no encabece y que, si bien ve necesaria la estabilidad, no va a apoyar a quienes quieran seguir gobernando «de espaldas a los ciudadanos», según recoge la agencia Europa Press. Rivera ha indicado en rueda de prensa que el Comité de Pactos Postelectorales se reunirá este martes para fijar unos principios generales en la política de acuerdos para toda España. Según ha explicado, C’s defenderá desde la oposición una política que «beneficie a los españoles» y pondrá condiciones «concretas» para negociar en torno a tres ejes: regeneración democrática, recuperación económica y cohesión social.
Especialmente en la recta final de la campaña, los candidatos del Partido Popular de Ávila colocaron a Ciudadanos en su punto de mira. Arreciaron las críticas contra la candidatura ‘naranja’ que encabezaba Marco Antonio Serrano, quizá porque le veían como el máximo rival, pero después de aquellas andanadas, se encuentran ahora que pueden necesitar sus cinco concejales para poder conseguir esa estabilidad que los populares pedían tener en solitario, porque las primeras cábalas tras los resultados apuntaban a Partido Popular y Ciudadanos como unión «más natural» con acuerdos puntuales, eso sí, que permitirían a José Luis Rivas ser alcalde. Queda fuera de la posibilidad real un pacto de gobierno estable entre ambas fuerzas y los apoyos en según qué momentos y cuestiones dependerán también de las líneas que marque Ciudadanos para ofrecerlos, y las que el PP esté dispuesto a cruzar para aceptarlos.
Una posible Alcaldía de izquierdas
Pero surge también la posibilidad de que las fuerzas de izquierda puedan alcanzar la Alcaldía de Ávila, algo inimaginable hasta el pasado domingo. Un acuerdo del PSOE, con sus cuatro concejales; Trato Ciudadano, con sus tres; e Izquierda Unida, con sus otros tres, sumarían 10 ediles que superarían a los 9 del Partido Popular si Ciudadanos se queda fuera de un pacto con los ‘populares’, bien por decisión ‘naranja’, o bien porque el PP vea que va a tener que ceder demasiado y prefiera dar un paso al lado antes que hacer esas concesiones. Eso sí, para que pudiera proclamarse esa Alcaldía, en la votación Ciudadanos tendría que apoyarla.
En este escenario, gobernaría sin mayoría absoluta un tripartito encabezado por el PSOE de Yolanda Vázquez, una de las grandes vencedoras de la noche del domingo, y el PP pasaría a la oposición después de 24 años de mayorías absolutas. Amortizada ya la candidatura de Rivas, cuya apuesta en sustitución a Miguel Ángel García Nieto no ha dado, ni de cerca, los resultados que se esperaba desde la dirección del PP de Ávila, el estar cuatro años en la oposición a expensas de lo que pueda dar de sí esa posible coalición de izquierdas es una estrategia que desde las filas populares se contempla, por mucho que «la vocación de gobernar del Partido Popular» es una consigna que se ha venido repitiendo en la campaña electoral.
Otro panorama político, menos ‘lógico’ si es que la lógica tiene algo que decir en los pactos post electorales, viene por otro tripartito entre Ciudadanos, PSOE y UPyD, que sumarían entre todos 10 concejales, con los que volverían a superar al PP, aunque esta opción sería más rocambolesca ya que para la proclamación de alcalde necesitarían el apoyo bien de IU o bien de Trato Ciudadano, mientras que por imposible se dan alianzas del PP con otro partido que no sea Ciudadanos, y de estos con los partidos más a la izquierda del PSOE, aunque desde las filas ‘azules’ se asegurara desde que supieron que nos les quedaba otra que pactar que «no se harían distinciones» a la hora de entablar diálogos para ello, pero una cosa es hablar y otra cerrar acuerdos con un espectro político en las antípodas del programa electoral que el PP presentó para estas municipales, ya históricas en la capital abulense.